jueves, 23 de septiembre de 2010

LECTURA DE LA SEMANA: POSTEAR AL MARTES 28 DE SEPTIEMBRE

Lea el texto:
Notas para una ontología y gestión de proyectos. (Disponible en Infoalumno)

Postea tu comentario en el blog, considerando las siguientes preguntas:

1 -¿Qué posibilidades de acción y/o aprendizaje se me abren a partir de lo leído?
2- ¿Qué puntos de vista personales han sido confirmados y cuáles han sido puestos en cuestión?
3-¿Qué preguntas o reflexiones me ha suscitado la lectura?

Plazo para el posteo:

Martes 28 de septiembre, antes de las 14 horas.

46 comentarios:

Mauricio Morales dijo...

El texto expone la realización de los proyectos en términos de las promesas necesarias para su cumplimiento y no en términos de las tareas. Esto presenta un rol gerencial mas complejo según mi manera de ver las cosas, pero así mismo, es mas efectivo y tiene mas potencial, ya que, es necesario conocer y manejar muchas mas habilidades blandas (tal como todos sabemos), no es tan necesario ser un evaluador técnico, sino ser parte del proyecto, ser parte de las promesas internas del proyecto, el potencial que existe en esto es tremendo.

Por esta misma razón, siempre he pensado que la existencia de un gerente ingeniero (el caso de nuestra carrera), es mas que nada por la apertura de mente, por evaluar técnicamente las capacidades y potencialidades que posee el equipo de trabajo, no una ingeniería aplicada a una acción, sino mas bien, aplicada a la mente, a la acción de los demás.
El mismo texto me hace pensar en ello, en lo que siempre se conversa con profesores, o egresados, referentes al tema de las habilidades blandas que debe poseer un gerente.

Como ya mencione, el potencial que adquiere el proyecto con el enfoque basado en las promesas, es más elevado que si solo nos fijáramos en las tareas, pero, ¿que tan efectiva seria la satisfacción del cliente en función de esta situación?, es decir, creo que también es necesario evaluar aspectos técnicos del proyecto, no se si sea adecuado abandonar completamente el enfoque anterior para imponer el expuesto en la lectura.

Damián Carrasco dijo...

Se creyó por mucho tiempo que la labor de un jefe era dar órdenes de forma autoritaria basándose en su jerarquía y esperar resultados sin más, este texto es otra muestra de que este tipo de “dirección” está completamente obsoleta y llevara a quien la use, tal vez no al incumplimiento del trabajo esperado, sino mas bien, a un trabajo sin motivación y por ende mediocre e ineficiente.


“Querer es poder”, es la premisa de muchas personas, ahora bien, para un gerente no puedes ser sólo una premisa, sino un mensaje que debe compartir y ser capaz de sembrar en cada participante de su equipo. Claro este no es todo el trabajo, también debe mantener vivo el motivo del equipo, ratificar compromisos y ser capaz de mantener actualizado el proyecto, como se dijo en el texto, el proyecto no puede ser algo fijo, sino que se debe actualizar según las nuevas necesidades que surjan, por ello se debe ser capaz de reacomodar al equipo a estos cambios.


Posiblemente en los comienzos de nuestra vida profesional partamos como parte de este equipo y no como los organizadores, ¿Qué me haría falta para cumplir de mejor manera mi trabajo? Si bien todos los factores nombrados son importantes, creo que algo fundamental es necesario, que al equipo le guste lo que hace, es decir, el gerente debiera tener la capacidad de convertir el trabajo en tu hobbie favorito de esta manera aseguraría e gran parte los demás aspectos. ¿Qué necesito para lograr esto?, hacer el trabajo entretenido es mi opción, ¿Cómo lograrlo? Es el desafío.

Anónimo dijo...

Luego de leer el artículo de esta semana, de inmediato recordé el de la semana pasada, que trataba sobre el rol del gerente o “coach” dentro de una organización como ente motivador de equipos de trabajo. Lo anterior está claramente relacionado a lo expresado en este capítulo, que muestra al gerente como una persona generadora de confianzas dentro de la organización más que como una entidad fiscalizadora de determinadas actividades en el trabajo.
La actitud de facilitador del gerente y generador de confianzas en los trabajadores a la hora de desarrollar proyectos me llama mucho la atención, ya que con esto se pretende concebir el sentido de compromiso hacia el proyecto por parte de los trabajadores y partes involucradas en él, así como también el compromiso hacia los clientes y hacia los gerentes, por parte de todos, en la consecución de metas en común.
Otro aspecto que me parece destacable es el de los estados de ánimo de quienes participan de un proyecto, ya que no basta con el total compromiso por parte de los interesados sino que también cumple un papel interesante el ánimo de los implicados en él, ya que el buen ánimo hacia el desarrollo de las actividades actúa como catalizador de las mismas, todo lo contrario ocurre al realizar las cosas con una moral un tanto más baja.
Lo interesante de todo esto es que, al parecer, no hay una receta para lograr el compromiso hacia las actividades por parte de los desarrolladores de proyectos, y de la misma manera no hay alguna manera de mantener el ánimo siempre arriba en los equipos de trabajo, el acercarnos lo más posible a esta meta cuando seamos profesionales sólo será gracias a la experiencia.

Cristian dijo...

La semana pasada hablamos un poco de la importancia de desjerarquizar la estructura de una organización, hacer a todos partes del objetivo de la empresa. Pues bien, en la lectura de esta semana encuentro nuevas orientaciones en lo que se refiere a la labor principal de un gerente, y que no es precisamente solo dirigir y mandar, como la visión que teníamos muchos, sino que es el encargado de mantener viva aquella motivación de los miembros del equipo de trabajo para poder acabar un proyecto. ¿y por qué mantener viva aquella motivación?, pues nuestra lectura también se enfocaba en los estados de ánimo de los miembros del proyecto a la hora de ejecutar acciones: desmotivación, aburrimiento, desesperanza, etc. Pues bien, ya no basta con que se cumpla con su tarea asignada y ya. Entramos también en algo con una importancia preponderante que es la innovación. La creatividad y el emprendimiento son las características de una organización que quiere ser la mejor.
Algo que también me llamó la atención es la disposición del gerente a escuchar a los clientes de estos proyectos. Es que es de suma importancia conocer lo que piensan o mas bien lo que necesitan.
Ahora bien, mi pregunta es si ¿alguna día podremos alcanzar estas características? Creo que es un desafío que debemos concretar.
(CRISTIAN FERNÁNDEZ YAUPI)

Felipe Vásquez dijo...

La lectura nos habla una vez mas de los distintos roles de un buen gerente. El gerente y la correcta ejecución de un proyecto deben ir de la mano, si existe buena gestión por parte del gerente probablemente se tenga como recompensa un proyecto bien hecho. En cuanto a gestión nos referimos tanto al ser un buen lider como instaurar confianza y ganas en los trabajadores, he ahí la clave. El gerente y trabajador deben trabajar realmente como el equipo que son. Ser transparentes, estudiar problemas individuales y globales dentro de una organización.
Concuerdo con la acción en cuanto a dar confiabilidad a trabajadores para tener un buen rendimiento como equipo. Como ingenieros industriales debemos manejar con excelencia la habilidad para crear un grupo que se desenvuelva con soltura y calidad. Para ello es necesario crear lazos con los trabajadores, quizás a traves de reuniones periódicas donde ellos puedan ser escuchados. La idea es mantener un ambiente laboral grato para todos, creando estados de ánimos.
Retifico que nunca se debe perder el "norte" del proyecto, siempre se tienen que fijar objetivos para finalmente cumplirlos. Para ello el gerente debe reunirse con jefes de diferentes areas de staff, plantearle lo que cada uno debe desarrollar y luego sumar las partes formando un todo que son precisamente los objetivos previamente establecidos. Muchas veces las diferentes áreas de staff no trabajan como un verdadero equipo; tanto por choques de objetivos como por "sana envidia". Es ahí donde el gerente tiene que gestionar, trabajar con los diferentes jefes de departamentos, definir acciones y complementos de cada sección de manera que se llegue a un buen trabajo de equipo.
Algunos de mis cuestionamientos una vez finalizada la lectura: ¿Cómo lograr lazos de confianza con los trabajadores? ¿En cuánto tiempo se conoce lo que realmente el trabajador espera que la organización le entregue? ¿Que actividades mantienen a un grupo unido?

victor dijo...

Al llamar a una persona “gerente” doy por entendido que aun conserva las obligaciones de los accionistas que están sobre el, sin embargo el texto enumera variadas nuevas obligaciones que tiene con el grupo de trabajo al cual organizará. Nunca pensé que el trabajo del gerente fuera tan complejo como se explicó y me lleva a pensar que es por el incumplimiento de lo estudiado que se puede apreciar falencias en empresas actualmente.
Ciertamente el texto nos enseña la manera adecuada de desempeñarnos a trabajar en grupo apra llevar a cabo un proyecto. Además deja en claro que cada componente del grupo (y externas también) deben ser estudiadas cuidadosamente en la realización de éste para su posterior éxito
Unas dudas me surgen inmediata y continuamente al leer el texto. Claramente el gerente esta a cargo del grupo y lo lleva como su responsabilidad, además se observa que las responsabilidades del gerente aumentan con respecto a lo que se veía anteriormente en la situación clásica, pero ¿ si las labores del gerente aumentan que es lo que sucede con la remuneración de éste? Normalmente pensaría que su sueldo aumenta con su nueva forma de ejercer su profesión, pero si esto pasa ¿ no se estaría contribuyendo a crear una mayor brecha con respecto a las personas a su cargo? Y si es asi ¿ Se estaría dando una especie de jerarquía clásica en base a la remuneración?

Christian Martin dijo...

El texto tiene una cierta relacion con el texto anterior que tuvimos que leer. Habla sobre el poder de la palabra y como es importante dar a conocer lo que uno desea de correcta manera.

El texto nos hace reflexionar a que las cosas no se hacen solas, sino que son realizadas por seres humanos, los cuales poseen sentimientos y emociones, y que se les debe motivar bien para lograr con exito las distintas metas propuestas.

Estas metas deben apuntar a un objetivo principal, el cual debe ser conocido y compartido por todos los trabajadores.

El gerente debe ser capaz de todo eso y más, como por ejemplo designar las misiones de cada trabajador y otorgarle la confianza y la ayuda necesaria.

Otro punto importante a destacar, aunque no es una gran novedad para mí, es que todo lo que se haga en una "empresa" debe estar orientado a la satisfacción de los clientes y/o consumidores y no al bien estar de los ejecutivos.

Por ultimo, un buen gerente debe verificar que las distintas "promesas" realizadas por los trabajadores se cumplan en armonia siempre visando el objetivo final.

Rob dijo...

Para comenzar, es importante señalar que los temas que hemos discutido a lo largo de este curso son una forma un poco extremista de ver las cosas, y no necesariamente hay que considerarlas al pie de la letra sino tomar lo más importante y significativo para cada uno. Reconozco la necesidad de innovación pero no por eso los métodos tradicionales deben ser totalmente desechados ya que dependiendo del caso pueden ser más efectivos que las ideas estudiadas este semestre.

Podría catalogar de indispensable la consideración de los estados de ánimo al interior de un grupo de trabajo y como pueden influir en el rendimiento de este mismo. El texto anterior hablaba de que el gerente ahora era un servidor para el grupo de trabajo, y claramente esto sigue la misma línea, ya que debe propiciar estados de ánimo que impulsen a desempeñarse de manera eficaz, persiguiendo el éxito y autoevaluándose con el fin de siempre mejorar.

Sin embargo no comparto la idea de dejar la calendarización y la planificación de las actividades en un segundo plano. Así como a lo largo de la carrera nos inculcan lo importante que es esta herramienta, en la práctica siempre se ven bajas en el rendimiento a causa de errores en este apartado, sin duda una competencia en el perfil de cualquier gerente.

Finalizando, destaco la introducción a la idea de considerar al grupo de trabajo como un cliente más, ya que por lo general lo único a considerar es la satisfacción del que hace uso del servicio sin pensar de qué modo se realiza y cuál es la experiencia para los integrantes. Mejorando por este lado puede darse un efecto multiplicador que afecte tanto a los individuos como al producto final.

Roberto Sepúlveda L.

Jorge Fuentes dijo...

En primer lugar, creo que siempre hemos concebido que los proyectos no son un conjunto de personas trabajando juntas, en verdad, esta frase nos puede sonar evidente, pero no sería la primera respuesta que daríamos, si no mas bien, responderíamos que un proyecto consiste en un conjunto de tareas que deberán ocurrir a través del tiempo, de hecho evaluamos los proyectos como que nada cambiará, como que se deben cumplir tal como lo planificamos, así tal como lo expresa el texto los gerentes se hacen cargo de la las tareas, que probablemente desarrollan otros y son quienes disfrutan de los triunfos y sufren los fracasos, cambiar esta manera de mirar los proyectos y la función del gerente, es una de las posibilidades de acción y aprendizaje que entrega el texto. Además las actividades que los gerentes deben desarrollar… lidiar con los Estados de Ánimo de las Personas, e intervenir en ellos, declarar una Misión y generar un Compromiso con ésta, entender el nuevo concepto de proyecto y el valor que toman las promesas en este contexto, me incentivan a tratar de manejar cada una de ellas y a obtener y/o mejorar las competencias necesarias para poder desarrollarlas de mejor manera.

Algo que ha puesto en duda mi pensamiento es la siguiente afirmación “…Sostenemos que, a fin de cuentas, esto es todo lo que necesitamos para dirigir equipos y gestionar proyectos: tener competencia en ciertas prácticas para conversar con las personas”. Puedo estar incluso de acuerdo con lo que el texto expone, pero entonces, ¿Por qué no preparar a “gestores” o “coach”? ¿Por qué las personas que dirigen las empresas –en su mayoría- pasaron muchos años en la universidad aprendiendo cosas totalmente diferentes a prácticas para conversar con personas? E incluso, no aprendieron nunca estas prácticas.
He reafirmado lo que hemos venido leyendo acerca de la confianza en las personas con que trabajas, en como debes dirigir un grupo y la importancia de manejar ciertas competencias lingüísticas que nos permitan gestionar personas (aún cuando posiblemente no tenga dichas competencias) haciendo que éstas se sientan agrado y comprometidas con el proyecto del cual somos participes, logrando mejores resultados que los que se pueden alcanzar con la forma tradicional de control y mando.

Ahora, haciendo una reflexión sobre el texto, me surgen dudas, ¿Es ésta realmente una nueva forma de dirigir proyectos? O estamos cambiando palabras a la hora de definir una situación para hacer sentir partícipes a los miembros de una organización, pero en verdad, sigue siendo la forma tradicional de gestión y por ende los gerentes continúan cumpliendo las mismas funciones con otros nombres ¿Evalúan promesas o controlan tareas? Y si realmente es una nueva forma de concebir los proyectos, además trabajadores y gerentes efectivamente tienen nuevas funciones y la confianza es parte de esta nueva forma de gestionar ¿Estamos preparados para ser esta clase de gerentes?

Rocío Sabat dijo...

Sumando y restando, siento que el texto llama a los gerentes, o bien a toda persona a cargo de un proyecto o grupo humano) a tener un rol más activo: no sólo deben velar porque se cumpla el proyecto, sino deben motivar al personal a su disposición para que sientan pasión por hacerlo; no deberían sentarse tras un escritorio a esperar una palmada en la espalda por repetir la fórmula que hace 20 años fue exitosa, debiera meditar sobre métodos de actualizarla a modo de que se adapte a las necesidades actuales (y, si cambia medio mañana, comprender que el proyecto también lo hizo); no podría darse por satisfecho por "cumplir" con el cliente, debiera hacerlo siempre y cuando este último lo esté. Luego, en definitiva no debiera esperar a que las cosas salgan "como el plan dictó", sino tiene que ser partícipe del mismo. Tenemos, en realidad.

Por otro lado, me parece un poco limitada la perspectiva del autor tendiente a humanizar en exceso, y espero darme a entender sin dar hincapié a mal-interpretaciones: estoy a favor de la idea central, pero no creo que simplemente "haciéndonos uno con el resto en un entorno que embriaga de empatía" se pueda funcionar: sí, el poder de la palabra es vital y sí, no podemos dejar de lado el innegable hecho de que tratamos con personas, pero no me parece que podamos simplemente "dejar de lado" o pasar a un vigésimo plano los calendarios porque son herramientas cuando, al final del día, necesitamos una base para iniciar, un plan por plantearlo de una de las tantas formas que se me ocurre (y, más aún, no puedo presentarme ante los accionistas con promesas cuando ellos requieren, visto en frío, hechos). Finalmente, y asumiendo que esto se trabaja equilibradamente como-- imagino-- se espera... ¿cuán practicable es?. Por ejemplo, se plantea que "el gerente debe intervenir en los estados de ánimos de las personas"... ¿y qué pasa cuando un trabajador simplemente se rehúsa a compartir su interioridad con su jefe porque, tal vez, no se siente cómodo haciéndoolo?, ¿cuán buena puede ser la representación de un cliente si es llevada a cabo por una persona que lleva la camiseta de la empresa?... o, para cerrar el mensaje: ¿realmente podemos esperar que los gerentes de hoy (que, por lo general, van rotando entre sí en diferentes empresas gracias a los famosos head-hunters que abundan en la actualidad) de un día para otro cambien su política de siempre por la sugerida? pues casi me parece generacional. Casi.

Lilian Scholtz dijo...

La visión que yo tenia de un proyecto se asemeja bastante al conjunto de tareas o calendario de etapas como se menciona en el texto, y luego de acuerdo a lo leído me doy cuenta que no es tan solo eso, sino mas bien una “red viva de personas trabajando juntas” con un fin en común. En el caso de los gerentes, éstos deben saber ejecutar correctamente los proyectos, para luego obtener buenos resultados y finalizar los proyectos en el tiempo estimado, así como también hacer notar a sus trabajadores lo valioso que es el proyecto, mantenerlos con buen estado anímico e incentivarlos a satisfacer a los clientes.
En cuanto a los estados de animo, concuerdo que cuando uno tiene una ambición hace lo imposible para lograrlo, por ende podemos cumplir nuestros objetivos, y como se menciona, se abren puertas para el futuro y se pueden tomar acciones para hacerlas realidad, al contrario de la resignación que no nos llevará a ningún lado.
Rescato el hecho de que se nos proponga ver un proyecto como una misión y no como resultado de cosas o productos, que el gerente sea capaz de transmitirle esto al equipo de trabajo para que cada uno lo vea como un compromiso personal de cumplir esta misión, ya que al fin y al cabo los proyectos son una misión a cumplir para los clientes o consumidores, y para que éstos se sientan satisfechos.

carlos dijo...

Gerente: Persona que lleva la gestión administrativa de una empresa o institución esa es la definición según la Real Academia Española. Siempre hemos tenido esa idea en mente del que el jefe solo tiene que dar órdenes y esperar de brazos cruzados los resultados de las acciones que ordenó el texto nos muestra lo ya pérdida en el tiempo de esta idea y de cómo los jefes que todavía las llevan a la práctica pueden llevar a una debacle en sus organizaciones ya que sus trabajos se convertirían en monótonos y poco eficientes. Es por eso que siempre llegamos al tema de las habilidades blandas y la necesidad de nosotros como futuros ingenieros de poseerlas y llevarlas a cabo ya que en el poco tiempo que llevamos del curso ya hemos de entendido de sobremanera lo importante de ellas.

Ahora este texto nos lleva a un plano bastante importante para nuestra formación y es el que tiene que ver con los proyectos, hasta el momento solo se nos ha enseñado a realizar análisis de tipo económico del proyecto, si es económicamente viable, calcular tasas de descuento, VAN, etc; y con estos criterios decidir si el proyecto es bueno o no; pero ahora se nos presentan nuevos factores que tienen que ver en el desarrollo de un proyecto ¿Cómo trabajar bien en grupo? ¿ se interrelacionan los distintos departamentos de una empresa (recursos humanos, mercadotecnia, producción, etc)? ¿al momento de realizar los proyectos van incluidas las distintas promesas realizadas a los trabajadores, para que su ejecución un futuro sea buena? ¿Están orientados nuestros proyectos a los potenciales clientes o solo satisfacen lo que piensan los gerentes? Quizas todavía no estamos preparados para poder asimilar lo que antes eran sólo números pero para eso estamos aca, para seguir aprendiendo este nuevo enfoque que nos esta abriendo la mente y ayudarnos a ser mejores profesionales y el poder lograr estas habilidades, de seguro que nos llevarán a ser profesionales mas valorados.

Jona dijo...

Llegar a ser más efectivo en el trabajo y generar mejores estados de ánimo y entusiasmo, es a lo que nos invita el texto.
Motivar y comprometer, motivarnos y comprometernos.
Nos sugiere que los proyectos son acuerdos, promesas, compromisos; que hay que percatarse de aquello y que el asumir promesas y generar confianzas se requiere en todas las direcciones, del grupo de trabajo al gerente, del gerente a sus clientes, entre clientes y trabajadores. Que para lograr esto el gerente debe dominar una serie de competencias lingüísticas, intervenir en los demás, generar pasión.
Me agrada pensar que los proyectos funcionan en base a misiones, promesas de llegar a algo y no solo se centra en cumplimiento de acciones específicas; en aquella expansión del rol del directivo hay mucho más espacio para generar cosas nuevas. ¿Pero son suficientes competencias conversacionales o lingüísticas para lograr comprometer a un grupo de trabajo? ¿Cómo puede un gerente apasionar a alguien? Cuando muchas veces no es evidente alguna misión integradora. ¿Qué tan dispuesta esta la gente a comprometerse con algo?
Me preocupa que sean las competencias lingüísticas las que debemos aprender a usar para alcanzar mejores resultado en una gestión pues siento que no las he trabajado lo suficiente (Por mi estado de ánimo de hoy no culpare a la universidad). Más aun cuando no es fácil motivar gente. ¿No será más fácil enseñarle a un psicólogo a utilizar una carta Gantt?
Pienso en proyectos que evidentemente requieren compromiso y motivación a todo nivel, en proyectos a nivel país (educación por ejemplo), que nos lleven a ser una nación más justa y creo que en algo así debe necesariamente ser desarrollado bajo un enfoque donde todos busquemos asumir y cumplir promesas. Parece que más que gestionar proyectos hay que gestionar personas. (Igual eso de gestionar personas suena como a manipulación)
Jonathan F. Cuevas C.

Fabián Jorquera dijo...

Pese a no ser parte del mismo libro que los tres textos anteriores, este artículo se fundamenta (podría ser coincidencia), en parte, a teoría planteada por las lecturas previas, aplicándose en los proyectos y específicamente en la gerencia de proyectos, esto es posible porque se está trabajando con personas: como dice el texto “un proyecto es una red viva de personas trabajando juntas”. Destacan dentro del texto temas como el poder de la palabra: “es muy importante la interpretación que las personas tengan acerca de lo que es posible para ellas en los equipos y proyectos en los que están trabajando”, el trabajo reflexivo de aprendizaje: “los proyectos no son un plan fijo; están vivos”, el coaching: “su competencia debe ser la necesaria para coordinar el equipo de observadores múltiples y fundar un juicio de confianza de éstos como evaluadores en sus respectivos dominios” y la nueva forma de organización: “La especificación jerárquica o centralizada de tareas y procedimientos ya no es una práctica que funcione bien en el mundo de hoy”.
Como bien explicaba la lectura anterior, en cuanto a las empresas emergentes, estas serán más flexibles y sus características serán distintas unas con otras ya que en base están formadas por grupos distintos de personas, lo que por sólo ese hecho ya tendrán diferenciaciones, por lo que la forma óptima de funcionar una de otra también será distinta, es decir, no existe una fórmula exacta para el éxito. Es por esto que creo que las soluciones expuestas en este texto deben verse como una sugerencia, no hay que cerrarse sólo a lo que nos dice esta lectura; también hay que consultar otras alternativas, además de usar la propia experiencia para ver la solución a la gestión de proyectos a una empresa particular.
Según lo planteado por el autor, la especificación jerárquica o centralizada de tareas y procedimientos, es decir la organización tradicional, está siendo derrotada por organizaciones más emprendedoras. Pero ¿Ocurrirá siempre esto? ¿La empresa está obligada a innovar y a transformarse plenamente en una empresa emergente con las características descritas en la lectura anterior?. Viendo el caso de las empresas más importantes de nuestra región, estas aún siguen funcionando como empresas tradicionales, y como comenté la semana pasada se nota su estancamiento. ¿Es el estancamiento fracaso si el negocio sigue siendo rentable?

Luis Carvajal dijo...
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Luis Carvajal dijo...

Quisiera partir desde lo planteado algunos compañeros previamente. Es cierto que quizás lo planteado a lo largo de las lecturas puede presentarse como un enfoque un tanto extremo. No obstante y tal como él señala, nuestro rol pasa por analizar todos los enfoques y llegar a un equilibrio que permita “maximizar nuestro propio rendimiento”, conscientes de todos somos distintos y, de una u otra forma, no existe una “fórmula secreta universal” que nos permita ser mejores gestores de personas. Ahora, la elección limitada previamente a una u otra alternativa en su estado puro (capataz v/s coach, por citar la lectura anterior) me parece casi tan infértil como la eterna pelea de ciencia v/s fe. Dos cosas perfectamente compatibles que se hacen “enemigas” solo en la mente de quienes las estudian.

De la lectura de esta semana me quedo fundamentalmente con el hecho de entender a los “ejecutores” del proyecto como clientes, en la medida en que ellos también esperan cierto “retorno”, que muchas veces no será monetario. Este enfoque nos invita entonces a preocuparnos también de las personas que trabajan con nosotros (porque claro, debemos preocuparnos del cliente) e incluso de nosotros mismos. Todo pasa, a mi parecer, por un tema de motivación y sentido de pertenencia. En la medida en que sepamos lidiar con los estados de ánimo de las personas podremos llegar de mejor manera a ellos y hacerlos comprender y hacer propia la misión. Esto a mi juicio es fundamental. Las personas deben saber hacia donde apunta su trabajo. Sólo así lograran, en algún punto, identificarse con él, en la justa medida en que podrán identificar los logros obtenidos por si mismos. No creo que se trate de “manipulación”, sino más bien de hacer sentir al otro como importante, hacerle comprender que cumple un rol trascendental para el proyecto, que forma parte de él y que el éxito del proyecto es su éxito propio.

A modo de reflexión final, siento que las últimas dos lecturas han apuntado hacia recalcar la trascendencia de las personas dentro de una organización o proyecto con el fin de comprometerlas. No obstante, creo que se está, al menos hasta ahora, omitiendo un punto no menor: la delgada línea que existe entre sentirse importante y sentirse imprescindible. Creo personalmente que, desde ese punto de vista, la motivación puede funcionar como un arma de doble filo.

Natalia dijo...

La palabra “proyecto” es quizá una de las más recurrentes dentro de las que se relacionan con nuestra carrera, pero creo que muchas veces consideramos como secundarias en su buena gestión, las habilidades y competencias conversacionales. Luego de leer el texto, no sólo pensé en las condiciones que como eventuales gerentes o jefes de proyecto deberíamos desarrollar, también consideré desde este punto de vista las actividades que ahora como estudiantes debemos realizar. La verdad es que cada uno de los trabajos en grupo que debemos desarrollar puede ser visto como un proyecto y, por lo tanto, podría abordarse desde la perspectiva que señala el texto. En este sentido, considero que las principales oportunidades de aprendizaje tienen que ver, por una parte, con la capacidad de lidiar con los diferentes estados de ánimo de quienes conforman el grupo y de intervenir en éstos para favorecer el desarrollo de los objetivos, y por otra, con la generación de identidades al dividir el trabajo, ya que creo que en la gran mayoría de los casos, este es un proceso consistente en una mera distribución de tareas, en el que cada uno desea que le sea atribuida la más simple y breve.
En cuanto a mis puntos de vista, considero que luego de los textos que ya hemos leído, este, en general, los confirma. Se afianza la idea de que en todas las áreas de competencia de nuestra carrera, las habilidades conversacionales y las capacidades de relacionarse con las personas son claves para lograr los objetivos que se planteen.
A modo de reflexión, puedo mencionar que si bien el texto habla de las mejores maneras de gestionar proyectos dentro de una organización, no cabe duda que esto puede extrapolarse a los proyectos de vida de cada uno. Como seres humanos vivimos en continua interacción con otras personas y en gran medida, nuestra realización personal y el cumplimiento de nuestras metas, va a depender de la capacidad que tengamos de relacionarnos con todos quienes nos rodean.

Natalia dijo...
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Hector Nova dijo...

El texto me lleva a reflexionar sobre un punto importante que menciona en su contenido, en el mundo de hoy ya no basta con realizar las tareas de una manera competente ni con diseñar un trabajo como un conjunto de tareas y rutinas que deben ser hechas en una manera rígida y fiscalizadas continuamente en orden de que estas se cumplan, sino que nosotros debemos ser capaces de lograr gestionar a las personas que forman partes de los proyectos y ser capaces de lograr el compromiso de ellas hacia este y hacia los clientes, esto es muy importante ya que requiere el desarrollo de competencias que en nuestra carrera son mayormente obviados y que no representan parte importante de nuestra enseñanza, estamos 6 años estudiando pero solamente para realizar tareas de manera competentes y eficiente y eso a pesar de ser necesario nos limita en nuestra capacidad de innovar y de generar habilidades que tienen que ver con el manejo dentro de un grupo de trabajo ya sea siendo el gerente del proyecto con la misión de generar el compromiso, la confianza y la coordinación de las personas a su alrededor o como un participante de algún proyecto en aportar algo más que su trabajo de competencias sino que también con el deseo de comprometerse con los clientes para su satisfacción.
¿Por qué después de tantos años y tantos cambios nuestra carrera sigue siendo igual? ¿Por qué no ha habido un cambio en el enfoque que se le da? Si nos fijamos todo está diseñado para satisfacer la demanda de las empresas de la región, que son mayoritariamente de procesos de materias primas que son muy mecanizadas y no requieren de un mayor cambio sino que solo de optimizar al máximo todo y lograr la mayor productividad pero todo esto nos encasilla y nos impide un desarrollo más macro, nos impide que nosotros seamos los generadores e innovadores de nuestras propias ideas, proyectos y grupos de trabajos.
A veces pienso que nos están preparando para comunicarme con máquinas y no con personas.

RomBix dijo...

A primer avista debo admitir que el texto no fue de mi agrado. Cuando comienzo la lectura me doy cuenta que todo lo que el autor rechaza como concepto de PROYECTO, es la teoría en la que me he basado hasta ahora, por lo que debí replantear mi forma de trabajo.
Siempre creí que un proyecto era trabajar para que una idea se llevara a cabo con el fin de cumplir cierta misión otorgada, pero siempre basada en tareas específicas. Nunca di espacio a mirar desde la vereda de enfrente y plantearme un proyecto basado en las personas. Puede que malinterprete las palabras del autor pero en reiteradas oportunidades percibí al gerente -según su descripción- como una persona interesada, capaz de lograr un objetivo en mente a través de la maquinación de otros, un estratega que con tal de lograr el objetivo es capaz de indagar en lo mas profundo de las personas con el fin de saber exactamente como hacer que éste cumpla con su deber, deber que se especifica como una PROMESA ante el gerente. Siento que hace ver el compromiso laboral como devoción plena al trabajo, aquí la rutina no se permite.

Creo que esta percepción se debe a que acostumbrada al trabajo en equipo, siempre asumo que todos poseemos el mismo interés en el proyecto encomendado. Pues según el texto esto no siempre es así y quien encabeza el equipo debe ser capaz de lograr que cada miembro esté compenetrado con el proyecto, lo sienta parte de sí mismo, cumpliendo su promesa de lograr la misión de trabajo proyectada.

Fco Sanchez Muñoz dijo...

A partir de lo leído continuamos con la importancia que tiene la comunicación de las personas dentro de una organización, por lo que la forma de gestionar proyectos a base de los compromisos o promesas de los trabajadores es sin duda un enfoque mucho más amigable para la gente que los desarrolla, pero también en el enfoque tradicional creo que este compromiso se da implícitamente en las personas que desempeñan sus labores con gran motivación y altura de miras. Por lo cual en el caso de los proyectos que ya son programados y controlados por medio de un cronograma de actividades, donde independientemente si existe o no un compromiso de los trabajadores de por medio, además de la forma en que este sea guiados por el gerente, de igual modo se llegara a obtener los resultados esperados, pero también es claro que este nuevo enfoque de gestión de proyecto desarrolla las cualidades humanas de los trabajadores y su desarrollo personal en gran medida, lo cual garantiza un desempeño mucho más alto y prolongado en el tiempo de las personas.
Finalmente a partir de lo leído creo que lo más relevante recae sobre la motivación o más bien el compromiso que las personas deben tomar para que un proyecto tome la forma más adecuada para garantizar su éxito. Aunque la forma de gestionar proyectos en base a tareas o actividades también cumple con el propósito final, este no es capaz de generar una real participación y sentido de la pertenencia de las personas dentro de las empresas.

Vale dijo...

Más de alguna vez he tenido que trabajar por llevar a cabo proyectos que no me son de mucho interés. Por lo general, en estos casos, no me he preguntado qué es lo valioso que el proyecto generará en el mundo, ni intento apasionarme con él; el proyecto resulta ser tan concreto que este cuestionamiento o el apasionarse resulta totalmente absurdo… sólo hay que hacerlo. La lectura me abre la posibilidad de buscar en cada proyecto que deba emprender una motivación que aliviane los trabajos que me resultan poco satisfactorios.
Ligado a la idea anterior, la lectura ha reforzado lo importante que es el sentir que el trabajo que uno realiza es valioso. Sentir pasión por el trabajo que hacemos no sólo permite que éste sea en sí mismo una fuente de satisfacción y autorrealización, sino que a su vez, nos motiva a perfeccionar nuestro desempeño y el compromiso es mayor. Por otra parte, la lectura ha puesto en cuestionamiento la relevancia que doy al cómo hacer las cosas, a los métodos individuales para lograr buenos resultados, cuando el por qué podría ser suficiente para conducirme a la obtención de los resultados deseados.
Finalmente, la pregunta que me surge al leer este texto es si es posible que una persona dentro de la empresa, el gerente, tenga las habilidades y competencias para lograr que todos los integrantes de los diferentes proyectos que se lleven a cabo se sientan comprometidos con la misión de éstos. ¿Seríamos nosotros capaces de encontrar la interpretación del proyecto que logre intervenir en los estado de ánimo de cada una de las personalidades con las que tengamos que lidiar?

Isabel Rodriguez dijo...

Muchas personas dan a los proyectos la interpretación que se le da en el texto como planillas que una persona esta rellenando y en la cual se ve si se cumple o no cierta tarea, sin embargo para mí esto no es así. Siempre he pensado que los proyectos que se basan en este marco teórico o son proyectos del orden comercial o simplemente no logran perdurar en el tiempo; y el texto reforzó un poco la idea que tenía desde antes en torno a los proyectos. He tenido la oportunidad de participar en muchos proyectos donde el compromiso es tal que la misión es parte importante de cada uno de los que participan en ellos y por lo tanto son proyectos que finalmente tienen éxito. Por esas cosas de la vida, quizás sin buscarlo, tuve la posibilidad de ser una “ gerente” en uno de estos proyectos y lograr comprender los estados de ánimo y las distintas motivaciones que tiene cada uno es fundamental para lograr el compromiso de los distintos participantes.
Debido a lo anterior es que el texto en general, más que presentarme un aprendizaje o una idea nueva, sólo confirmó que aquellas cosas que creía y que en algún momento me sirvieron para llevar a cabo distintos proyectos estaban en lo correcto, pero sin embargo siempre existen posibilidades de hacerlo mejor y ahí es donde surge cierto tipo de aprendizaje, más que lo puedan decir en un texto, el mayor aprendizaje que se puede obtener en este tipo de aspectos es el aprendizaje que se puede hacer en la vida cotidiana y en las cosas que más nos gustan hacer.
La pregunta que más me inquieta en estos momentos es si aquellos que no realizan esta actividad, con los conocimientos que se adquieren en la universidad, ¿Estarán preparados para poder enfrentar las distintas dificultades, o personalidades para llevar a cabo un proyecto y que este tenga el éxito necesario? Creo que es necesario que en las casas estudiantiles se nos permitan realizar proyectos que nos ayuden a comprender mejor las cosas que en el texto se nos plantean.

Czar dijo...

Es claro que el “estado de ánimo” es un componente de gran trascendencia en la elaboración de cualquier actividad que uno desee emprender. Este define en cierta manera la disposición y con ello la calidad con que se realiza ese “algo” que buscamos realizar, y más importante aún, puede ser modificado a través de la acción de un buen uso del lenguaje, quizás apelando de cierta manera a la escolástica con el fin de convencer a nuestro (s) interlocutor(es) lo importante de su compromiso y participación en aquella “empresa”, que es precisamente , entre otras cosas, la tarea del Gerente.

Sin embargo, creo que se deba “disminuir la ponderación” de las componentes formales en la realización de un proyecto en particular que se desee emprender , como es en este caso la calendarización y planificación de actividades, por la sencilla razón de que en toda actividad realizada por personas siempre se intenta aminorar al máximo el riesgo al fracaso que sube considerablemente al no poner en práctica aquellos tecnicismos que procuran evitar y utilizar los recursos físicos y temporales de la mejor manera posible.

Finalmente me llama la atención la importancia suprema respecto a la habilidad del gerente en cuanto a la retorica y capacidad de motivación de sus equipos, que siempre creí importante, aunque no al nivel expuesto, sobrevalorando otras cualidades, las cuales precisamente son aquellas que mas se enseñan a todas aquellas personas ligadas al campo que nos convoca a nosotros como estudiantes

Maximiliano León M. dijo...

Tal cual lo indica el autor en el texto para nadie es nueva la definición de que un proyecto consiste en las acciones recurrentes de un conjunto de personas trabajando juntas, sin embargo, lo interesante y lo no tan trivial es como se observa este proceso. Se propone una nueva forma de observar un proyecto, desde la perspectiva de los compromisos que las personas realizan y no de las cosas o actividades que hacen. Es decir, al igual que en la lectura de la semana pasada, se nos remarca la importancia de establecer fuertes lazos de confianza entre los miembros de los grupos de trabajo y que, a su vez, estos sean respaldados por la responsabilidad por parte de cada uno de ellos en los compromisos que adquieran. La diferencia es que la vez anterior sólo se nos planteó la problemática general, por lo que me surgieron más dudas que respuestas luego de leer el texto. Sin embargo, ahora el autor nos indica una serie de aspectos importantes a tener en consideración para lograr un trabajo exitoso al comandar un proyecto, lo cual, sin duda, es una clara oportunidad de acción y aprendizaje para ahondar en cada tema e ir mejorando o practicando lo necesario para disipar las anteriores dudas.
Considerando las áreas de observación y acción para el gerente según la lectura (lidiar con los estados de ánimo de las personas e intervenir en ellos, diseñar el proyecto como un compromiso compartido para producir un resultado valioso en el mundo, declarar cuáles son los clientes del proyecto e interpretar sus preocupaciones), puedo decir que ya estoy consciente de una serie de tareas que tendré que llevar a cabo al dirigir un proyecto que antes no distinguía de forma tan evidente, con esto no quiero decir que no las haya tenido presentes sino que antes las veía como obstáculos o problemas ajenos a la labor del gerente y ahora sé que no es así, y que son parte fundamental del buen desempeño de nuestra profesión. Otro punto de vista personal importante que he puesto en cuestión luego de la lectura es lo que involucra a las competencias que debe poseer un gerente, siempre he pensado que mientras más conocimientos y aptitudes uno reúna, será mejor y más fácil desarrollar un proyecto, sin embargo, en la lectura se nos señala que basta con poseer las competencias necesarias para lograr coordinar el equipo de trabajo, por lo que debemos ser capaces de generar la confianza para delegar el trabajo a las personas más idóneas en cada dominio y no pretender ser siempre los más expertos (algo no menor y difícil de llevar a la práctica).
Finalmente, la principal reflexión que me surgió con la lectura, irónicamente, fue en la introducción al leer lo siguiente: “Sostenemos que, a fin de cuentas, esto es todo lo que necesitamos para dirigir equipos y gestionar proyectos: tener competencia en ciertas prácticas para conversar con las personas”. Pensar que de alguna forma nosotros hemos dedicado gran parte de nuestras vidas los últimos cinco años al estudio de conceptos y teorías complejas (en general) para adquirir conocimientos que nos permitan obtener una buena formación para enfrentar con éxito nuestro futuro laboral, el cual se resume muy bien como “dirigir equipos y gestionar proyectos”. Entonces, es inevitable que la frase anterior del autor, en donde simplifica todo y lo reduce al simple hecho de saber conversar con las personas, me llame poderosamente la atención y me haga pensar que quizás todo este tiempo he ignorado la importancia de desarrollar otras competencias más “blandas” e imprescindibles para realizarme profesionalmente.

Nicole Pareja Torres dijo...

En primer lugar, debo decir que el texto toca uno de los puntos más complejos con los que nos podríamos llegar a encontrar( es lo más seguro)y es el hecho de tener que lograr llevar a cabo proyectos que implican gran esfuerzo y compromiso por parte de cada persona que conforma el equipo de trabajo. Recuerdo que cuando estaba en 2º medio con grupo de compañeros fuimos seleccionados por la profesora de la asignatura a llevar a cabo un proyecto en el cual indirectamente se nos presentó no como una propuesta si no más bien como una obligación, lo que me hizo en un comienzo realizar las tareas de mala gana.El punto es que la persona que estaba a cargo del grupo de trabajo no lograba motivarme o no lograba que me interesara en lo que estábamos haciendo, si no que logré empezar a interesarme cuando otro compañero del equipo pudo hacerme sentir comprometida con el proyecto. Esto asociándolo al texto me hace pensar que no sólo el "gerente" o la persona "líder" del grupo es capaz de lograr el compromiso y la motivación de quienes trabajan con él, si no más bien el éxito de los proyectos está en la colaboración de cada una de las personas que están llevando a cabo ese proyecto.
Creo que también es sumamente importante sentir que todo lo que estamos realizando es porque nos logra dar satisfacciones o somos "felices" haciéndolo, puesto que ahí hay una fuente de inspiración sumamente importante para a veces no sólo sentirse auto-realizado uno mismo si no que también siempre hay personas observándonos y esto puede servir de motivación y ejemplo para el resto.
La duda que me surge a partir de lo leído es :¿ Se puede aprender o desarrollar la habilidad de motivar a las personas o es algo con lo que se nace?

Javier Fuentealba dijo...

Debo reconocer que el texto entrega un amplio espectro de reflexión, para un análisis profundo y meditado, ya que lo que presenta el texto es un enfoque distinto en lo relacionado a la administración gerencial tradicional, aunque, nuevamente, el enfoque es a mantenernos en el universo de las conversaciones, que sin duda es nuestro dominio de existencia. El hecho que se observe los proyectos como una red de compromisos de seres humanos trabajando juntos, involucra a las diferentes partes en un todo, ya no se trata de que un trabajador tenga que cumplir con una tarea específica y olvidarse del resto, ahora es parte de un grupo de personas relacionadas que adquieren el compromiso de cumplir una misión, la evaluación se mide por los resultados, e indudablemente todos se tienen que hacer participes para lograr el resultado, que ya no será observado como un producto o cosa, sino como una promesa de producir una misión en el mundo que fue cumplida. Ciertamente esto último, en lo personal, trae un nuevo enfoque al momento de evaluar los diferentes aspectos de mi vida, ya sea trabajos, estudios, proyectos personales o hasta las cosas más simples de la vida, pues muchas veces quizás me sentí insatisfecho por la forma en que se desarrollaron las cosas, quizás no sé hizo como pensé, o no resulto tan bien como esperaba, pero esta nueva forma de ver me hace concentrarme en los resultados, y no cualquier resultado, sino en el hecho de cumplir la misión que me comprometí, y si esta fue importante en mi vida.
Por otra parte, me parece sumamente importantes algunas palabras claves que ocupa el texto, que bien relacionadas llevaran a excelentes resultados al área que compete el texto y, aún más, en nuestro entorno inmediato, esta son: seres humanos, compromiso, conversación, red, estados de ánimo, misión en el mundo, promesas y lenguaje, entre otras. Sin duda, podríamos hacer un gran mapa conceptual donde cada una de ellas estén ligadas entre sí mismas, y cada persona podría interpretar éste de una manera distinta. Si como hemos venido escuchando, los seres humanos existimos en el dominio de las conversaciones, la riqueza de esta conversación se establece a partir del compromiso que sienta con el otro, es decir, de que si considero cierto que en el comunicarme con el otro construyo una misión instantáneamente, pues quiera o no, influiré en esa otra persona, para bien o para mal, por lo que los resultados para el mundo parecieran ser evidentes. Creo que en esto último existe un punto crítico “la misión en el mundo”, generalmente esperamos que sea escribir un libro que permanezca por generaciones, construir un imperio, ser presidente de la república, gerente de una empresas o cosas por el estilo, sin lugar a duda son cosas muy interesantes que a todos nos gustaría ser, pero que misión es más importante que ser feliz, y es indesmentible que la felicidad está ligada al otro, el construir día a día, en las conversaciones de pasillo, el clase, en nuestras casas, que el otro se parte de mí, el permitir permearme de los demás, como que los otros se permeen de mí. A mi parecer, con considerar esta como misión de mi vida, que pareciera ser tan simple, podríamos construir un mundo muy distinto existente, y quien sabe, quizás mejor.
En el mundo laboral, todo lo anterior se ve mucho más restringido, pues las relaciones ya no nacen naturales como pudiesen aparecer en el diario vivir, sin embargo, es algo que creo se puede educar, sino fuera así no tendría cuestión de ser este curso o esta lectura, pero de ¿qué forma se está enseñando a conversar? ¿haciendo más ensayos PSU en los colegio o más certámenes en la universidad?. Ciertamente , esta nueva forma me parece un modo “más humano” de hacer proyectos donde ya no se nos observa como máquinas que hacen, ni si quiera puedo decir construyen, pero ¿por qué no aplicar esto en nuestras vidas, a nuestros hijos y a nuestro entorno?

Rodolfo Unibazo dijo...

Lo primero que aprendí con este texto fue el concepto de ontología, concepto que nunca antes había escuchado y que no puedo evitar confundir, de manera totalmente errónea, con oncología. Después de un breve búsqueda he aceptado esta definición: “es una parte de la metafísica que estudia lo que hay, cuales entidades existen y cuáles no, …además la manera en que se relacionan las entidades que existen”.
Que fácil resulta ver la gestión como: “ la competencia en ciertas prácticas para conversar con las personas “, pero hay aquí algo de cierto pues gestionar con personas trata de relaciones interpersonales donde saber conversar cobra gran importancia, pero me parece que hay que ir un poco más allá en ese tema.
Con respecto a la definición de los proyectos no estoy tan de acuerdo puesto que si bien es importante considerar a los gestores y realizadores de cada proyecto, también debemos tener en cuenta que encontraremos situaciones en las que será imprescindible cumplir con nuestras cartas matrices y con nuestros calendarios, más allá de las personas con las que trabajemos. Y es más claro al hablar del estado de ánimo de las personas, si bien el gerente debe buscar la mejor manera de trabajar con su gente independiente del estado de ánimo, pero es imposible luchar cuando la corriente con trabajadores que no ponen de su parte o simplemente no están de acuerdo con trabajar y/o avanzar.
SI concuerdo completamente en dos puntos, los gerentes deben ser como todo jefe y/o maestro, un ejemplo para todos su trabajadores, y la manera correcta de hacer esto es siendo fiel a la Misión de la empresa y la misión personal, y segundo los proyectos como promesas, y no sólo a los clientes sino a ellos mismos y a sus trabajadores.
Finalmente pongo énfasis en lo que el texto nos manifiesta con respecto al gerente como una garantía de fiscalización y control de la producción, ya que es el responsable final de todas las acciones dentro de la empresa, y es para esto que el gerente puede generar equipos de trabajo y designar en estos distintas responsabilidad, con la sapiencia de generar mejoras en la elaboración de los proyectos.

gf.beratto dijo...

creo que el texto ilustra lo que realmente se encarga y debe hacer un gerente, ya que uno intuitivamente suele pensar que un gerente esta encargado de organizar y hacer la planificacion propiamentetal como lo indica el texto, sin embargo el texto una vez mas nos indica que la clave para poder ser un buen gerente son las relaciones humanas, y lo importante que es saber utilizar un lenguaje correcto y motivacional con las personas que estan a cargo de un gerente, asì como tambien saber adquirir los compromisos adecuados y tener las habilidades para poder reconocer que tipo de tareas son adecuadas para que tipo de personas, y esto se podra reconocer, en base a las conversaciones anteriores y a la historia que exista en esas relaciones, a los compromisos adquiridos anteriormente,etc

GChavarria dijo...

El significado que normalmente se tiene de gerente, tiene que ver con autoridad, control, represión, jerarquía, etc. Muy por el contrario, el rol del gerente, va pareciéndose un poco al de coach (manteniendo siempre las distinciones entre uno y otro), pero aportando a facilitar el trabajo, en vez de ser un dolor de cabeza.
Para nosotros como ingenieros civiles industriales, nos identifica bastante de lo expuesto en el texto, ya que como ingenieros con conocimientos de diversas áreas (aunque no tan acabados como los de otras especialidades, en su debida especialidad), jugamos un papel fundamental en el rol gerencial, de ese modo debemos procurar no seguir el modelo del, gerente cronista, sino del gerente constructor, creando grupos sólidos de trabajo donde prime la confianza y se rinda de manera optima.
Me llama mucho la atención y como expuse en comentarios anteriores el rol de la emocionalidad, tanto para aprender como para desarrollar ciertas actividades o proyectos, el ánimo es clave, una vez más se puede ver al gerente tanto como al coach, como un facilitador del aprendizaje o del desarrollo de actividades de diversa índole, en cuanto a que se preocupa por mantener un ambiente laboral óptimo para desarrollar el trabajo, dejando de lado ese modelo de jefe instigador.
Finalmente quiero rescatar la labor del gerente, al ser quien va a dirigir, va a definir la misión, va a organizar diversos equipos de modo de configurar la identidad del trabajo y va a propiciar que el desarrollo sea lo más fluido y eficiente posible, tarea ardua pero que demuestra la importancia de este personaje.

Carla Wohlk dijo...

A simple vista me resulta muy complejo esto de lidiar con personas, de hecho he escuchado decir esto a muchos. Además por algo estamos cursando este ramo en el cual creo que adquiriremos herramientas con respecto a este tema las cuales nos serán de ayuda mas adelante (o ahora mismo).

Las personas somos complicadas porque constantemente cambiamos nuestros estados de ánimo, lo cual aunque no se quiera puede afectar nuestro desempeño o la forma en que realizamos el trabajo. Lidiar con esto e intervenir, generando estados de animo apropiados no pese que recaía en el gerente, tendía a pensar que un gerente es quien dirige o delega trabajo pero no dimensionaba exactamente las tareas que realmente le corresponden a éste.

En un proyecto el gerente hace promesas a los clientes y las personas que trabajan en el proyecto se comprometen con el gerente. No basta con cumplir esto solo fijándonos en el resultado, puede que muchos gerentes tengan prácticas dictatoriales, no se preocupen mucho de su equipo de trabajo y aun así realicen proyectos increíbles, iguales o más efectivos que un gerente que si se preocupe de las personas. ¿Pero que hay de los trabajadores, si en el siguiente proyecto ya no tienen el mismo entusiasmo o simplemente necesitan de alguien que los apoye? Los proyectos consisten en personas trabajando juntas, por lo que se hace indispensable lidiar con estas.

Finalmente ¿como o cuando sabre si tengo las competencias para gestionar proyectos?

Javier Jofré dijo...

Resulta interesante el nuevo enfoque que se nos quiere mostrar en este texto. Siempre he considerado que un proyecto constituye un grupo de personas que buscan un fin común, pero nunca le había dado la misma importancia que se le da en este texto a esta descripción, y lo consideraba una descripción "secundaria". La descripción de proyecto que tenia aceptada, va mas por el lado de lo que en el texto describen como "lo que un proyecto no es bajo su interpretación"
Siempre he considerado fundamental que un gerente tenga la capacidad de influir en los estados de ánimo de las personas y de motivar. Como dice en el texto, los seres humanos son seres sociales, y no sistemas mecánicos que efectúan tareas y procedimientos pre-especificados. Se necesita una pasión, y un compromiso del empleado que lo motive a desempeñarse con excelencia, y esto es tarea del gerente, el cual debe inculcar esto en el equipo y mantenerlo latente. Esto es lo que esta marcando hoy en día que empresa sobrevive y cual no.
También me parece interesante la red de promesas y compromisos que se nos quiere inculcar en este enfoque, y el rol evaluador del gerente sobre estas. Para esto último, es fundamental la capacidad del gerente de organizar el equipo (dividir el trabajo), y esta capacidad a su vez, esta fuertemente relacionada con las competencias conversacionales que debe poseer un gerente.

Anónimo dijo...

La realización de proyectos se encuentra en el plano de trabajo no manual, generalmente el equipo realizador corresponde a personas con conocimientos específicos y capaces de generar aportes a la elaboración del proyecto, es por esto que la generación de un mayor compromiso se da practicamente sola cuando se cree e involucra en el.
Lo que me llama mayormente la atención es la capacidad del gestor o líder del proyecto de crear identidades mediante la designación de tareas, lo importante que es para un integrante del grupo de trabajo ser útil en la realización de este puede ser una de las principales motivaciones y/o entusiasmos para cumplir los compromisos acordados de forma efectiva.
Respecto a los estados de ánimos presentados por los integrantes del equipo, el gerente debe lidiar sólo con los relacionados con su disposición frente al proyecto?, por que un ser humano funciona en muchos plano mas allá del aquí mencionado. Pueden otros factores externos al proyecto influir en este? Debe lidiar el gerente con estos también?.

Mauricio Vega dijo...

Del texto aprendí el concepto de odontología que es la rama de la filosofía que se ocupa de la naturaleza y organización de la realidad, es decir de lo que "existe" y que los equipos de proyecto no hacen una serie de tareas si no que cumplen una misión especifica, lo cual es distinto, para cumplir una misión hacemos un serie de tareas , pero al hacer una serie de tareas no necesariamente cumplimos una misión.

Luego en el texto dicen que para dirigir y gestionar equipos solo necesitamos “tener competencias en ciertas prácticas para conversar con las personas” , pero esta frase me dejo con una inquietud ya que teniendo competencia en cierta practica y conversando no basta para dirigir y gestionar un equipo según yo , para esto necesita saber mas que todos los del grupo y tener habilidades de liderazgo para estar calificado para poder dirigir un grupo desde mi punto de vista personal .

Al terminar de leer el texto me di cuenta que lo que trata de enseñar el autor a través de este es como funciona un grupo de proyecto para cumplir una determinada misión, detallando el compromiso que se adquiere con el cliente y al gerente del proyecto además de las funciones que tiene que cumplir el gerente.

Alejandro Buconic dijo...

Antes de empaparme con los conocimientos que entrega la universidad uno siempre veía como gerente a la persona que tomaba todas las decisiones, que decía que se tenía que hacer en todas las situaciones. Quizás eso ocurre porque la gran mayoría de las organizaciones que uno tiene la posibilidad de ver en el transcurso de su vida (hasta las 17 años) son pequeñas, donde los gerentes no tienen esta visión más amplia de lo que significa ser jefe, motivador, coach. Cada texto que leemos, semana tras semana nos remarca más y más que el rol de la persona a cargo de un proyecto no es tomar todas las decisiones sino más bien motivar por separado a cada uno de sus subordinados para que realicen un buen trabajo para luego ser capaz de juntar todos estas piezas y completar el rompecabezas. Por ende las cualidades más importantes de un “gerente” deben ser sus habilidades blandas, saber lidiar con la gente, saber motivarla, poder entender a cada personalidad para sacar lo mejor de ella.
Más que un aprendizaje la lectura me deja una tarea, comenzar a desarrollar ciertas habilidades como aprender a escuchar, a entender y de cierta forma querer a todo tipo de personalidades puesto que como dice el texto que hay que “lidiar con los estados de ánimos de las personas e intervenir en ellos”, y que mejor forma de lidiar con ellos que conociéndolos.
La pregunta que me surgió de esto es ¿Hasta qué punto ahí que lidiar con las distintas personalidades? ¿En qué momento hay que ser el jefe mano dura que no aguante personalidades o estados de ánimos demasiado especiales? Por que sin duda existen personas que por muy buenos trabajadores que sean, sus personalidades pueden actuar como frenos en el proyecto, en el trabajo en equipo, etc.

Nicolás Arriagada dijo...

- La lectura me pareció muy potente debido a que como ingenieros industriales debemos si o si abarcar los 7 puntos que nos demuestra, complementando así con las lecturas anteriores, siento que voy englobando lo que es necesario para poder gestionar bien. Creo que con esta lectura el proyecto del que vamos a tomar parte en esta asignatura, puede ser más fácil de lo que podemos pensar. Un punto que me pareció principal y que no lo tomaba en cuenta muchas veces, es el de las promesas que les hacemos a los diferentes clientes, ya que estos son la base principal de cada organización, y como industriales debemos continuamente saber qué es lo que a ellos les interesa. El punto que yo ya sabía que era preponderante para el tema de gestión fue el tema de las emociones, ya que ellas influyen en cómo será nuestro trabajo y nuestra gestión. Creo que en Chile no se ha expandido mucho este tema, y como ingeniero industrial quisiera que hubiera al menos un pionero en este tema que sea el que pueda cambiar la forma de ver organización. Como reflexión tratare de analizar de mejor forma el cómo me puedo presentar ante alguna misión que aparezca en mi vida, y como buen Ingeniero enfocarme en esta y hacerla parte de mi mismo.

Cristian Andrade dijo...

Muy importante son los estados de animo de las personas diariamente, a veces cuando uno sale de su casa con una sonrisa es muy distinto a cuando uno sale apurado y preocupado, el dia es mucho mas largo y pesado y puede que las cosas no salgan como uno quiere, entonces ver de esta forma a los trabajadores puede ayudar mucho a la forma en como realizaran su tarea. Si nos esforzamos en que todos tengan un buen estado de animo entonces sera mucho mas facil llegar al objetivo del proyecto, como un conjunto.
una frase que me llamo la atencion fue "ver el proyecto como promesas hechas a clientes que el equipo del proyecto debe cumplir", creo que si vemos el proyecto de esta forma estamos orientandonos a llegar a la verdadera conformidad del cliente, para que se sienta conforme con lo que le entregamos y tambien de esta forma logramos una motivacion conjunta como grupo de trabajo.

El Comensal dijo...

Esta vez, me da la sensación que el texto no me brindo mucho aprendizaje, salvo entender y comprender desde otro punto de vista la definición de proyecto y las actividades que debe realizar un gerente a cargo de algún proyecto. No obstante lo poco (en variedad) que me dejó el texto, es bastante interesante y enriquecedor, sobretodo el hecho de salir un poco de la concepción de que el proyecto está basado en las actividades, sino que, en los compromisos que las personas hacen. También me gustó mucho cuando el texto menciona que los gerentes deben avocarse a ser “constructores de la historia” y no “cronistas de la historia”, y dejar un poco de lado la conceptualización de proyecto como una red lógica de tareas y eventos en el tiempo, y empezar a aceptarlo como una red viva de personas trabajando juntas.
En lo personal, estoy muy de acuerdo que el gerente de hoy debe tener otras capacidades que antes no eran consideradas, como la capacidad de identificar e “intervenir” en el estado de ánimo y compromiso de las personas con el proyecto, y junto con esto, plasmar en ellos el porqué es valioso el proyecto para el mundo y así comprometerlos firmemente con la misión que el gerente ha declarado. Lograr este entusiasmo y compromiso es tarea fundamental del gerente.
Finalmente, me surgen las preguntas, ¿Realmente ésta es una nueva forma de definir proyecto? Los gerentes de hoy y los que se están formando ¿Tienen realmente estas capacidades? ¿O acaso sólo se mira desde otro punto de vista las definiciones?

nnome dijo...

Este tema sigue con la línea de humanizar nuestra tarea como futuros profesionales, ya no solo nos tendremos que preocupar de controlar que se cumplan los avances en los tiempos indicados, además deberemos procurar mantener cierto grado de motivación dentro del grupo de personas que conforma el proyecto, ¿Cómo se puede realizar aquello?...¿Debemos llegar a ser maestro del fingir?, demostrar a los demás que nos importan sus tareas, con la finalidad de que ellos se sientan a gusto, cuando en realidad muchas veces nos encontraremos en los casos en que ni siquiera a nosotros nos importa el proyecto en su totalidad.
Bueno, en realidad detrás de un proyecto siempre existe a lo menos una persona mentora, que será la encargada de transmitir esa emocionalidad a los demás que conforman el grupo para lograr llegar a buen puerto. Nosotros seremos el engranaje encargado de conectar a este mentor con las manos que realizaran el trabajo, y velar por que aquella motivación se mantenga (difícil tarea).
¿En que momento se perdió este lado humano del trabajar?....En realidad nunca existió, recién hoy estamos dispuestos a valorar trabajos de las personas que se encuentra en la parte baja de estas pirámides jerárquicas que caracterizan a ciertas organizaciones, son tan pero tan básica que ni siquiera nosotros las manejamos (nunca fueron tan básicas como se veían).

Cristián Gárate dijo...

Motivar, motivar y seguir motivando. Esta es la consigna que muchas organizaciones optan como ley con sus miembros, sin escatimar en que parte de ella se encuentren. Hay diversos estudios que demuestran que una persona realmente motiva es mas eficiente y efectiva en su quehacer diario, en distintas situaciones, favorables o no. Es en este punto donde radica la diferencia entre los componentes de las organizaciones, encontrar el lado favorable, el lado motivador del proyecto en que estamos inmersos (sentirse parte del proyecto, sentir que el resultado depende directamente de mi acción durante un periodos, también motiva, por ende hace un trabajador mas contento y eficiente).
Muchas veces pasamos tiempo realizando tareas “desagradables” y las enfrentamos con disgusto, limitando nuestro ritmo de trabajo y nuestra productividad, aunque lo que no nos damos cuenta es que al hacer un pequeño cambio de switch, buscar el punto o el conjunto de ideas que nos motiva, el lado favorable de la acción, cambia sustancialmente nuestra postura hacia este ultimo, lo cual nos puede llevar a hacer un proyecto ajeno, muy propio y poner todo lo que esté a nuestro alcance para lograrlo.
En un ambiente mas cercano, las preguntas que aflorar y que estoy constantemente analizando ¿Logro plasmar la suficiente motivación sobre la gente que me rodea, al momento de desarrollar alguna idea? ¿Noto la diferencia? ¿Me siento realmente motivado por otras personas con las cuales trabajo? ¿Me siento parte del proyecto o solo realizo el trabajo?

Javier Muñoz Vega dijo...

Es muy importante que el gerente del proyecto tenga muy claro la idea de este y lo que se desea entregar, la misión con la que se trabajara, para que así pueda expresarle estas mismas ideas de forma correcta la gente que trabaja con él, ahora vinculando los temas anteriormente leídos, y en este texto igual se mención, es muy importante la forma en cómo se transmiten las ideas, el poder del lenguaje y las competencias conversacionales, ya que sin estas un buen proyecto se puede convertir en un fracaso. En la última parte del texto nos hablan de los estados de ánimo de la gente que trabaja en un proyecto, acá me aparece una interrogante que es como trabajar con gente que está en un mal día, como poder enfocarlos hacia un buen trabajo en pro de la empresa.

Miguel Palacios dijo...

Nuevamente el texto trata de replantearnos conceptos que para nosotros debieran ser obvios, pero que tenemos poco claro o una idea incompleta y muchas veces erradas de éstos mismos. Notable es como el texto nos cambia el concepto de proyecto, de esa red lógica de tareas y eventos a una red viva de personas trabajando juntas, motivadas por un gerente (o coach) muy distinto al que hemos conocido hasta entonces, uno que es capaz de influir positivamente en el estado de ánimo de su equipo y por ende en su rendimiento, como decía el texto anterior, que pone un piso en vez de un techo a las personas a su cargo y que más que números como metas pide un compromiso con la organización. Esta nueva forma de gestionar ya está siendo aplicada en las industrias, por ejemplo la mentalidad de la marca BMW que tiene una estrategia corporativa y misión en la que todas las personas del a empresa, desde el más alto nivel directivo hasta la base comprende y sienten como propia. Pero en nuestro país, no se me ocurren empresas que funcionen de la manera que el texto plantea, por lo que quizás sería bueno que en el curso viéramos casos reales de empresas que hayan aplicado estas cosas.

Catu dijo...

Creo que el texto de esta semana está muy ligado al de la semana pasada, sobre todo porque estamos en el plano de los "Proyectos", donde la innovación, creatividad, la palabra adquieren una vital importancia ya que en ese punto todavía estamos en la idea de crear cosas, idearlas, imaginarlas y simular qué pasará con ellas en la vida real, por lo que se neecesita mucho más de una activa comunicación verbal y de ideas antes que netamente trabajo.

Bajo este punto de vista, resulta fácil relacionar el concepto de "coach" visto en el texto anterior con el Gerente que nos presenta este texto, ya que se ve que una de las importantes labores del Gerente es saber interpretar y cumplir los deseos de sus clientes, y al mismo tiempo guiar al equipo del proyecto a que sigan una meta, se motiven, generen ideas y nuevos caminos de acción con el fin de lograr dichos fines; cosa que es altamente relacionable con el trabajo de un coach.

Sin embargo rescato lo planteado por Roberto Sepúlveda sobre lo de no dejar de lado al 100% los métodos tradicionales, ya que sigo mantiendo mi punto de vista que expresé en el texto anterior sobre que los casos que se plantean no son la totalidad de lo que se puede encontrar en el mundo laboral.

A pesar de esto, creo que es muy importante que nosotros aprendamos todos los puntos de vistas o ideas que se plantean para poder desarrollarse como un buen Gerente, para tener la base teórica al momento de tener un puesto y poder tomar decisiones sobre la manera en la cual actuar basándonos en una mayor gama de posibilidades.

Luego de leer el texto, me surge la idea de hasta qué punto puede llegar a ser flexible un proyecto, ya que la manera tradicional fija las directrices al inicio a través de un mapa de actuar, pero en este caso se plantea el hecho de ir fijando metas de acuerdo a lo que se va realizando.... ¿No puede generar esto que al final se geste un proyecto totalmente diferente al que se tenía planeado originalmente? ¿Hasta qué punto se pueden cambiar los "objetivos" para adecuarnos a las necesidades del mundo?

Creo que esta lectura me da como aprendizaje el estar más receptiva a nuevas ideas sobre lo que "ser un Gerente" significa, no para generar un cambio significativo en mi manera de ver las cosas o la manera en que creo que podrían hacerse, sino para ampliar mi mundo de posibilidades y darme nuevas ideas sobre el cómo actuar, intentando ir compatibilizando la forma tradicional con esta nueva forma de ver la Gerencia.

Alvaro G dijo...

El texto me parecio muy atractivo, ya que el area de proyectos es un area que me interesa mucho. Concuerdo de que liderar grupos humanos tienen una dificultad, pero creo que tambien es un desafio que tenemos que tomar. Con respecto a mirar al gerente del proyecto como un cliente por parte del equipo de trabajo del proyecto, creo que es una nueva forma de realizar el trabajo y que produce una satisfaccion, cuando el trabajo es bien realizado.

Este texto abre nuevos horizontes a la forma de realizar un proyecto y nos impulsa a trabajar en equipo, y por el bien comun del grupo.

El tema de los incentivos es complejo, ya que es dificil unificar las motivaciones del grupo en cuestion, pero es trabajo del gerente unificar los intereses en bien del objetivo del proyecto.

Seba Fuentealba dijo...

Para comenzar, mencionar el hecho del manejo de los estados de animo me parece bastante relevante, ya que lo he experimentado en carne propia. Creo que es vital para un trabajador y su compromiso con cada proyecto saber qué posibilidades se le abren en el futuro, conocer más sobre las expectativas a las que puede aspirar para de esta forma comprometerse consiente y profundamente con las tareas a realizar. Luego, tomando la frase que dice “un proyecto es una red viva de personas trabajando juntas” y aceptándola como tal, es decir, realizando la distinción con el caso de los cronistas, produje un quiebre en mi visión de trabajo en equipo, la cual con los conocimientos y puntos de vista adquiridos se ve y en caja de forma bastante lógica.
Como entes conversacionales y pensando la función en la que nos desempeñaremos en el futuro, el tema expuesto en este texto sobre la motivación y manipulación de las emociones es fundamental lograr desarrollar las habilidades necesarias para llevar a cabo estas acciones de forma optima y producir realmente los resultados esperados, conseguir un compromiso real del trabajador para con el proyecto, crear un vinculo efectivo y constante que madure en cada instante, para que así la misión establecida en un principio se cumpla a cabalidad considerando el constante cambio debido a los quiebres que ira sufriendo de forma natural.

Pablo Arriagada dijo...

El texto, por una parte, ahonda en el rol de un jefe y la misión que debe cumplir, que no es sólo esperar resultados, sino motivar constantemente a su grupo para que puedan establecerse compromisos, y por otra parte, cómo deben trabajar los que forman parte de un equipo enfrentado a un proyecto. Muchas veces, cuando debo enfrentar algo que hacer, no encuentro la motivación suficiente y el desánimo gana en orden de ir posponiendo una tarea hasta que se haga indispensable hacerla. En general, cuando trabajamos “en equipo”, lo único que hacemos es dividir fríamente lo que debemos realizar, uniéndolo al final, quizás incluso sin que tenga una coherencia como un todo y quizás es por eso que muchas de las tareas a realizar las encontramos aburridas, porque no realizamos compromisos y metas más que físicas en una fecha determinada, con ello, enfriamos relaciones y no las hacemos todo lo enriquecedoras que puedan ser. Además, entender que al realizar cualquier clase de proyecto es tener una misión, motiva a cualquier persona, y permite que lo que esté viviendo en su vida personal no lo afecte negativamente, lo contrario, encuentra motivación para realizarlo. La motivación no es un tema menor, sobre todo en Chile, un país con muy altos índices de stress y depresión. Para mi gusto, la gente, además de ser feliz, siempre busca sentirse útil en una sociedad que cada vez más desplaza con más fuerza a quien se ve superado en competencias por otro, por lo que la confianza en todo orden termina por ser fundamental.