martes, 2 de noviembre de 2010

LECTURA DE LA SEMANA: POSTEAR AL LUNES 15 DE NOVIEMBRE

LEA:


EMOCIONES Y CUATRO ESTADOS EMCIONALES BÁSICOS. (disponible en Infoalumno)


Postea tu comentario considerando las siguientes preguntas:

1 -¿Qué posibilidades de acción y/o aprendizaje se me abren a partir de lo leído?

2- ¿Qué puntos de vista han sido puestos en cuestión o me han llamado la atención?

3-¿Qué preguntas o reflexiones me ha suscitado la lectura?


Plazo para el posteo:

Lunes 15 de noviembre, antes de las 14 horas

45 comentarios:

RicardoLobos dijo...

Estimados, para que lo piensen aunque sea en el water.

Khalil Gibran
(1883-1931)

Dijo una mata de hierba a una hoja de otoño:
- ¡Al caer haces tanto ruido, que espantas a todos mis sueños invernales!
-Ser de baja cuna y de miserable morada -dijo la hoja, indignada-, ser malhumorado y sin canto: ¡tú no vives en la región alta del aire, y desconoces el sonido del canto!
Luego, la hoja de otoño cayó sobre la tierra, y se durmió. Y al llegar la primavera, la hoja despertó nuevamente, y se convirtió en una mata de hierba.
Y cuando el otoño llegó, y la mata de hierba comenzó a adormecerse con el sueño invernal, las hojas del otoño, meciéndose en el viento, iban cayendo sobre ella. Entonces se dijo, enojada: "¡Ah, estas
hojas de otoño! ¡Cuánto ruido hacen! ¡Espantan a todos mis sueños invernales!"

Que tengan un buen día.

Javier Fuentealba dijo...

Hasta el momento el estudio que veníamos haciendo a lo largo de los diferentes textos se centraba sólo en el dominio del Lenguaje, pero para una completa visión de gestión de personas en el mundo actual es necesario tener en consideración todos los dominios suscritos al ser humano, pues recordemos que los seres humanos somos cuerpo, emoción, sentimiento, lenguaje y acción. Donde el lenguaje es sólo una parte.

Si bien existe una clara separación entre los tres dominios primarios que indica Echeverría, Corporalidad, Emocionalidad y Lenguaje, existe una plena coherencia entre ellos, lo que permite que a partir de cualquiera de estos dominios se pueda explicar a los otros dos.

Las emociones y los estados de ánimo provocan reacciones y generan comportamientos. Ambos son generados a partir de quiebres, el cual produce un cambio en nuestro esquema de posibilidades, el caso de las emociones son específicas y reactivas, en cambio los estados de ánimo están asociados a un horizonte de posibilidades, a un espacio de acciones posibles, además estos son constitutivos de la existencia humana.

¿Consideramos la emocionalidad y los estados de ánimo en nuestra cotidianidad? A mi parecer en nuestra cotidianidad son elementos que se pasan por alto, si bien todas estas lecturas son conocimientos, que al menos a nuestro nivel, sabidos por todos, el nivel de aplicación que le da es bajísimo, si hay alguno que haga manejos de estas habilidades o capacidades es más bien porque le es natural, no porque haya considerado la aplicación de esto. Por no tener en consideración las emociones y los estados de ánimos limitamos de per se nuestro campo de posibilidades, sin considerar la culpabilidad o protagonismo en las emociones y estados de ánimos que surgiesen. Las posibilidades de acción son muchas, pues como dije no es un terreno mayormente explorado, de esta forma puedo tener una posición activa en lo que respecta a mis estados de ánimos personales y los estado de ánimo del entorno social en el que participo, de esta forma me vuelvo protagonista, siendo una “fuerza activa en la deriva” de los acontecimientos. El éxito está muy ligado a la capacidad de desarrollar vínculos efectivos, abriendo el campo de las posibilidades, ampliando de esta forma el campo posible de acción y de modificación de la situación. Me ha llamado profundamente la atención el poder de transformación que posee el controlar los estados de ánimos y emociones, más bien canalizar éstos, pues se vuelven de vital importancia en la construcción de la relación con el otro, que muchas veces es dejado de lado y olvidada, transformándose las conversaciones en un simple ir y venir de palabras, dejando de lado la coherencia existente entre los distintos dominios del ser. Además de las interrogantes planteadas anteriormente, el texto me lleva a cuestionarme ¿qué hace falta para que seamos constructores de nuestras propias posibilidades?

Cabe también tener en consideración los cuatro estados emocionales básicos que expone el autor el estado de ánimo del resentimiento (la recriminación, la queja, el reclamo, la pérdida de la confianza), el estado de ánimo de la aceptación (paz), el estado de ánimo de la resignación, y el estado de ánimo de la ambición. Estos presentan estados de ánimos que desde el presente, vuelven su mirada hacia el pasado, los dos primeros, y hacia el pasado, los dos últimos, construyendo posibilidades de acción en el presente que se pudiesen ver truncadas por no constituir el estado de ánimo óptimo. Finalmente, se vuelve un simple ejercicio pasar de un estado a otro, realizando un análisis de lo que me llevo a estar en el estado presente y considerando las estructuras canónicas de estos actos. Las posibilidades de acción son propias de la ejercitación que se pueda llegar para llevar de un estado a otro, confirmando mi creencia que basta de nuestra preocupación para llevar lo que era imposible al campo de la posibilidad, sin que esto no me lleve a preguntarme cuál es el techo que me pudiese encontrar en este nuevo horizonte de posibilidades.

Natalia dijo...

Luego de leer el texto debo señalar que, personalmente, su segunda parte, aquella que habla de los estados emocionales, me dejó mayores posibilidades de aprendizaje. Considero que se abrió la posibilidad de analizar los resentimientos con que se vive de una manera diferente y de analizar un con un poco más de cuidado las cosas ante las cuales se adopta el estado de resignación. A veces hay situaciones o circunstancias que no se dan como esperábamos o como consideramos que deberían ser, y al menos en mi caso, en muchas de ellas finalmente tomo una actitud de resignación, de tratar simplemente de aceptar que las cosas son así, sin embargo, a través del texto pude notar que esa resignación en la mayoría de los cosas viene sucedida por estados emocionales de resentimiento, que sea como sea, en mayor o menor medida, entorpecen el fluir de las cosas. Por esta razón es que las posibilidades de aprendizaje que se me abrieron con la lectura del texto tienen que ver con desarrollar la habilidad de diferenciar aquellas situaciones en las que realmente no queda más remedio que la resignación, de aquellas en las que es posible actuar para generar cambios, y de esta forma, reducir las posibilidades de vivir a merced del resentimiento.
Por otra parte, creo que el texto más que poner en cuestión o reforzar mis puntos de vista, los amplió un poco más, sobre todo en lo que tiene que ver con el grado en que los distintos estados de ánimo determinan el mundo que concebimos. Hemos leído anteriormente que existe un mundo distinto para cada observador que exista en él, sin embargo, este texto deja claro también, que existe un mundo distinto para cada estado de ánimo de cada observador. Como seres humanos, poseemos o tenemos que desarrollar la capacidad de intervenir en esto tan cotidiano que son nuestros estados de ánimo, y esto nos va a permitir abrir o cerrar nuevas posibilidades de acción, ver o dejar de ver un mundo distinto, lo que muestra la gran posibilidades que tenemos de ser creadores de nuestra realidad y del mundo que queremos a nuestro alrededor.
Finamente, a modo de reflexión puedo señalar que el texto permite revalorar la importancia de los estados emocionales y de ánimo en la forma como nos paramos frente a la vida. Podemos ser personas que suman a su haber muchos éxitos en todos los ámbitos, los que para muchos, deberían ser sinónimos de felicidad, realización personal, satisfacción, etc., sin embargo, todo esto deja de tener todo el sentido positivo que tiene, si los estados de ánimo que se mantienen tienden a ser pesimistas y negativos, ya que estos no permitirán ver lo bueno de las cosas, o si el estado emocional predominante es el del resentimiento, ya que éste nunca permitirá el sentimiento de paz y tranquilidad. De esta forma, lo que seamos en la vida y lo que proyectemos al mundo depende de los estados emocionales y de ánimo que gobiernen nuestro día a día.

Vale dijo...

El texto leído me pareció muy interesante, las cosas que en este se decían y la forma en que se le otorgaba sentido, me permitió ir haciendo asociaciones con mi propia experiencia y reflexionar respecto a la importancia que tienen las emociones y estados de ánimo en nuestra vida, cómo estos han determinado en parte nuestro pasado, la forma que vivimos el presente y las oportunidades que generamos para el futuro. Muchos puntos de vista iban siendo reafirmados a lo largo de la lectura, principalmente, la forma en que los estados de ánimo nos abren y cierran oportunidades en la vida y la forma en que éstos condicionan nuestro actuar. Para mí el estado de ánimo que tenemos y que a la vez nos tiene, es nuestro motor, es el define la forma en que enfrentaremos un día, una semana… la vida; es el motor que nos permite avanzar (o que no estanca) que nos da fuerzas para lograr nuestros proyectos y sueños pero a la vez, nuestros estados de ánimo son motores de la acción de otros. Las emociones que transmitimos, los estados de ánimo que envuelven nuestras conversaciones son capaces de motivar a otros a la acción, a que trabajen por nuestros proyectos (que terminan también siendo sus propios proyectos) y logrando así que avanzar para nosotros sea más fácil.
Es a partir de esto último que deriva mi oportunidad de aprendizaje y acción, ¿Cuántas veces hemos perdido oportunidades, hemos permanecido estancados en la angustia, en la resignación o en el resentimiento? ¿Cuántas veces hemos pensado que “hoy nos levantamos con el pie izquierdo”, cuando sólo era el efecto de los lentes con los que mirábamos el mundo? Ser capaz de intervenir en los estados de ánimo en los que nos encontramos inmersos y diseñar las acciones capaces de cambiarlo es realmente importante y un aprendizaje que me gustaría adquirir. Claro está que no es posible cambiar el pasado o las situaciones que nos hacen estar en un estado de ánimo determinado, incluso puede en muchas ocasiones nuestro estado de ánimo sea justificado, sin embargo, no ser capaces de articular conversaciones con otros y cambiar nuestro discurso interior nos puede llevar a convertirnos en víctimas pasivas de estos estados durante largos periodos. La lectura me invita a cambiar mis juicios cuando me encuentro en estados de ánimo negativos, para lograr así ampliar mi horizonte de oportunidades futuras, utilizar las conversaciones con otros y conmigo misma como una herramienta decisiva para diseñar mis estados de ánimo, y evitar convertirme en una esclava de mis propias emociones. Por último una importante posibilidad de acción es la de preguntarme la naturaleza de las situaciones que me causan determinados estados de ánimo. Muchas veces me PREocupo por cosas que en realidad no dependen de mí, de cosas que no puedo controlar y que sólo puedo esperar a que ocurran para iniciar alguna acción. Como menciona el texto éstas serian situaciones que se encuentran en el dominio de la facticidad, y que por lo tanto, el enfocarme en ella puede ser fuente de sufrimientos innecesarios, por ello creo que es importante ser capaz de identificarlas y no perder tiempo concentrándome en ellas, y enfocarme, en cambio, en aquellas cosas que están en mi poder.

Vale dijo...

… “Los seres humanos somos en el lenguaje”, es una frase que me parece haber leído y escuchado varias veces durante este curso, sin embargo, al leer este último texto yo complementaría esta frase…somos en el lenguaje según el estado de animo que nos contiene… nuestros estados de ánimo pueden trascender al lenguaje. Los estados de ánimo alteran la forma que observamos el mundo, las distinciones que hacemos y las conversaciones que articulamos ¿Cuántas conversaciones pueden perder todo su poder por el hecho de estar cargadas de emociones negativas? ¿Cuántas veces no hemos escuchado a alguien aunque sepamos que lo que puede decir es importante, simplemente porque su estado de ánimo nos hace perder rápidamente la atención? Luego, ¿Qué tan útil resulta poseer grandes habilidades conversacionales si no somos capaces de desarrollar habilidades para intervenir en los estados de ánimo en los que nos encontramos inmersos y diseñar las acciones capaces de cambiarlo?

Pablo Arriagada dijo...

El hablar de las emociones y los estados de ánimo es un tema que particularmente me interesa mucho ahondar. Muchas veces me veo afectado por pequeñas situaciones que muchos otros pasarían de lado o sencillamente no notarían, pequeñas situaciones en relaciones con amigos, con el entorno de trabajo, en general en cualquier relación personal. Soy una persona que constantemente, al ocurrir un conflicto que trae consecuencias en mi estado emocional, se cuestiona todo el tiempo si lo que hice o no hice estuvo bien, qué pude haber hecho para que algo no hubiera ocurrido u otra cosa sí hubiera ocurrido, muchas veces puedo terminar culpándome de mi propia actitud, sea pasividad, prepotencia, o lo que sea dependiendo del conflicto; y eso definitivamente merma mi estado de ánimo. Acciones en las que siento responsabilidad de haber hecho algo más o distinto pesan constantemente en mi cabeza, lo que me enojan y muchas veces me abstraen de situaciones cotidianas, con la mirada perdida en el horizonte, en recurrentes estados de ensimismamiento. La lectura me muestra algo en relación al tema, al plantear que si bien en todas las acciones en las que esté involucrado yo, tendré algún grado mayor o menor de responsabilidad, ese mismo grado de compromiso depende también de cuánto dependen factores externos a mí, sobre todo otras personas que me generaron esos sentimientos de tristeza, o desánimo y ese es un punto muy importante: la solución que tanto busco o cuestiono en mí, también está en el otro, cuando corresponda, evidentemente; por lo que en vez de ese ensimismamiento mencionado, debo tratar de poder encontrar instancias conversacionales con el otro donde pueda plantear lo que me está afectando de corazón, donde quizás pueda darme cuenta que la otra persona no infería que podía estar provocando ese estado de ánimo determinado en mí, y siempre, pensando en que las relaciones humanas se basan primariamente en el entendimiento y la aceptación, una conversación sincera puede terminar por reconciliar algunos conflictos, o aunque no suceda eso, terminar por aclararlos y seguir adelante, aunque cueste. Es preciso entender esto último, porque si uno sigue con una visión oscura de un conflicto que lo persigue, las posibilidades de acción futuras se ven oscuras también, lo que progresivamente va creando un círculo vicioso de negativismo y pesadumbre cada vez más fuertes e inmanejables, lo que no lleva a una persona a crecer. Aprender de nuestros errores es una frase recurrente, cliché podríamos decir, pero es tantas veces dejada de lado por muchos de nosotros que es casi inexplicable. Siempre tiene que haber lecciones que sacar de algo que nos hace sentir mal, y no queda más que aceptar, vivir con ello o definitivamente dejarlo ir, aunque lo último pueda doler mucho más, pero son los únicos caminos para seguir adelante.

carlos dijo...

De acuerdo a lo leído, primero que todo me pareció interesante ver la distinción entre emocionalidad y estados de ánimo. Saber que la emocionalidad es "el cambio en nuestro espacio de posibilidades a raíz de determinados acontecimientos". Es decir cada vez que experimentamos un suceso inesperado se activa una emoción.
Como lo habíamos comentado en textos anteriores, estos sucesos los asociamos con los quiebres, es decir, con interrupciones de nuestra normalidad. Ahora bien los estados de ánimos como dice el texto, tiene un definición inversa que las emociones, es "como el horizonte de posibilidades en el que nos encontramos, correspondiente al estado de ánimo en cuestión, condiciona nuestras acciones". Y es fundamental saber enfrentar este tema de los estados de ánimo, Por ejemplo cuando conversamos es importante asegurarnos que el estado de ánimo de la conversación sea el adecuado para lograr que esa conversación produzca el efecto esperado. O algo tan simple como poder enfrentarse a un partido de fútbol.
Los estados de ánimo y las emociones juegan un papel preponderante en nuestras vidas y es así como desde pequeños nos vemos enfrentado a esto y ahora que estamos a puertas de entrar al mundo laboral se transforma en un tema que debemos analizar quizás diariamente.
Ahora bien algo muy interasante también es la relación que hay entre los posturas corporales y los estados de ánimo. Mi pregunta es ¿podemos siempre darnos cuenta del estado de ánimo de una persona a partir de su postura corporal y de su lenguaje?

Hector Nova dijo...

Los estados de ánimo nos predisponen a ciertas conductas, a raíz de esto muchas veces actuamos de maneras que afectamos a otras personas alrededor sin darnos cuentas de nuestras acciones, causándoles daño o simplemente cerrando puertas de relación con dicha persona. Lo bueno de este texto es que nos ayuda y guía para darnos cuenta en el estado de ánimo en que estamos en algún momento determinado y realizar un procedimiento para darnos cuenta si ese estado de ánimo en particular está afectando las acciones que estamos realizando hasta ese minuto, puede que estemos tomando o no tomando ciertos caminos que ayudaría a lograr un mejor resultando en la tarea que estamos realizando y ni siquiera nos demos cuenta de aquello ya que nuestra emocionalidad no los impide. Lo otro importante que nos deja la lectura es tomar en cuenta la emocionalidad del otro o el estado de emocionalidad de una situación en particular como una conversación y dar los pasos en la esta conversación de manera justa y precisa y en el momento adecuado para que esta llegué a buenos términos y con el entendimiento de todas las partes involucradas generando así un desenlace en conformidad para las dos partes involucradas. Lo cierto es que si tomamos en cuentas no solo las palabras que salen de la boca de alguien sino que también del porqué está diciendo lo que dice y de la forma que lo dice, eso incluso, nos puede llegar a dar más información y con esto tomar mejores decisiones de acerca de cómo proceder de buena forma en el futuro.

gf.beratto dijo...

El texto me hace pensar que las emociones surgen instantáneamente, sin la necesidad de que puedan generarse luego de un tiempo, éstas son espontáneas y permiten reflejar lo que estamos sintiendo en un período dado, no son pensadas, lo que hace que al momento de ocurrir un evento reflejen lo que estamos sintiendo realmente. Basándonos en los estados de ánimo, éstos surgen luego de un período de tiempo, pues son consecuencia de lo que nos ha estado sucediendo. Estos estados de ánimo pueden reflejar a su vez emociones instantáneas. Es importante poder valorar día a día lo que sucede con nosotros, pues dependiendo de nuestro estado de ánimo es como podremos lograr nuestros objetivos. Si nuestros pensamientos se mantienen negativos, difícilmente podremos manejar situaciones de estrés y lograr nuestros propósitos.
Es importante mantener una actitud positiva y poder ir generando emociones y estados de ánimo que favorezcan nuestro desarrollo a nivel personal y también con nuestro entorno.
Ademas debemos aprender a valorar las consecuencias que pueden provocar nuestros estados de animo, en el entorno que nos rodea, ya sea de tipo familiar, laboral, etc. Ya que si estamos en un estado deteriorado y no sabemos controlarlo, podemos causar malos entendidos, alterandose el canal de la comunicación.

Lilian Scholtz dijo...

Me llama la atención el hecho de que no se sepa de donde vienen las emociones, si acaso son fenómenos mentales o corporales. Nunca me había puesto a pensar en las emociones, y al leer esto me hace cuestionarme de dónde provienen realmente y no logro llegar a una respuesta concreta. Creo que las emociones se llevan a cabo producto del corazón en conjunto con la cabeza, es decir, no depende solo de una, sino que de ambas. Sin embargo las emociones pueden generarse debido a las diferentes situaciones que enfrentamos día a día y el cómo las tomamos o aceptamos. Por ejemplo nos dan noticia, la cual podemos tomarla bien o mal independiente de la noticia, y puede que ese día no nos encontremos con un buen estado de ánimo y por ende la noticia no nos va a generar una emocionalidad positiva, o puede que suceda todo lo contrario, dicha noticia puede provocarnos un cambio positivo en nuestro estado de animo, y en consecuencia hace cambiar nuestras emociones en ese momento. Todo depende de cómo nos encontremos y de cómo enfrentemos la situación al momento de enfrentar un cambio en nuestro espacio de posibilidades. Como se menciona en el texto, los estados de ánimo definen un espacio de acciones posibles y condicionan nuestras acciones. Creo que no debemos resignarnos a ellos (como se cuestiona en la lectura), si estamos tristes, enojados, etc., creo que debemos ser capaces de reflexionar, de hacer cosas que nos hagan sentir bien, que mejoren nuestras emociones y que logren cambiar nuestro estado de ánimo a uno mejor. Si nos encerramos y nos cegamos al mundo, va a ser muy difícil salir de ese estado y mientras estemos en él nuestras emociones seguirán siendo negativas. Por otro lado vemos que el lenguaje también se ve afectado por los estados de ánimo, podemos analizar cómo se siente una persona de acuerdo a su forma de hablar y de expresarse, ya que se generan diferentes tipos de conversaciones y en éstas el lenguaje y las emociones deben encontrarse en equilibrio. También concuerdo cuando se menciona que los estados de ánimo son contagiosos, ya que si estamos en un círculo de gente que genera vibras negativas, nosotros terminaremos igual que el resto, empujados por los estados de ánimo social.
Finalmente cuando se habla del resentimiento, es una palabra que no me gusta mucho, ya que es algo que permanece “escondido”, y una persona o un grupo de personas que padezcan de resentimiento, pueden ser capaces de hacer cualquier cosa con tal de vengar aquello que les parece injusto, sin pensar en las consecuencias que esto pueda traer. Sin embargo pasar del resentimiento a la aceptación depende mucho de la persona, de su capacidad de poder cerrar el pasado y volver a comenzar, y yo encuentro que a la mayoría de las personas les cuesta perdonar, siempre quedan con algún recuerdo que no les permite cerrar el capítulo por completo, lo que dificulta el paso a la aceptación y son de paz.

Damián Carrasco dijo...

Partamos con una creencia mítica, ¿el corazón toma decisiones?, ¿No somos simplemente racionales?, esta interrogante tiene respuestas muy abiertas, y se puede abordar tanto de ámbitos científicos como filosóficos o psicológicos y en cada caso encontraremos una respuesta distinta, pero lo que si no tiene lugar a duda es lo importante que los estados de ánimos son a lo largo de nuestras vidas, no solo por cómo nos hacen sentir, sino también por qué hacemos sentir a nuestro entorno a través de ellos.

Es claro que los estados de ánimo influyen en nuestros juicios, pudiendo despejarlos cuando nos encontramos bien anímicamente o nublarlos hasta el punto de hacernos errar cuando no estamos en control de nuestro ánimo. Pero, ¿Cómo podemos no estar en control de nuestro estado de ánimo?, simplemente ignorándolo, muchas veces no nos damos cuenta como nos afectan o incluso cuando empezamos a sentir una u otra cosa, en otras ocasiones nuestras reacciones son obvias y por ende las podemos controlar.

Claramente como profesionales no podemos permitirnos no hacernos cargo de nuestros estados de ánimo, ya que nuestras decisiones, en algunos casos, recaerá el futuro de muchos e incluso de una empresa, por ello debemos ser capaces de hacernos cargos de nuestros estados de ánimos y lograr que estos no influyan de forma negativa en nuestro accionar.

Otra habilidad importante que debemos desarrollar es lograr crear un ambiente laboral distendido y agradable para el trabajo, es decir controlar el estado de ánimo del lugar de trabajo, manteniendo en forma optima para realizar las metas esperadas y si es posible más. Ahora bien ¿Cómo lograr este dominio?, esta será una tarea larga y muy complicada de realizar a lo largo de nuestras carreras, quizá, en algunos casos, una tarea a nuestros ojos imposible.

Para responder algunas de las interrogantes anteriores es muy importante resolver una interrogante que mucho tiempo atrás planteo Epiteto ¿Cuál es la naturaleza de las cosas? Y de esta manera podremos hacer juicios de facticidad y posibilidad, pero a la vez estos juicios cambiaran a través del tiempo, debido a que cada conversación puede producir un cambio en nuestro estado de ánimo y al cambiar nuestro estado de ánimo también cambiaran nuestros juicios de facticidad y posibilidad y a si seguirá una cadena de cambios. En este punto lo único importante será mantenernos en un estado animo que haga posibles y factibles todo a nuestro alrededor, es decir no auto plantearnos limites, somos capaces de todo, el único límite somos nosotros.

Catu dijo...

El texto leído en esta ocasión me ha servido de aprendizaje de forma bastante importante, ya que un defecto que tengo es que muchas veces me dejo dominar por las emociones que siento en el momento, lo que provoca que actúe de forma impulsiva, algunas veces con resultados positivos, y otras con resultados negativos.

Creo que el tema de la emocionalidad hoy en día es algo sumamente importante, ya que muchas veces en el diario nos dejamos llevar principalmente por emociones negativas, como la ira o el resentimiento, lo que hace que mermemos nuestro actuar, pensemos con menor claridad y tomemos decisiones sin dijarnos bien en todo el espectro de posibilidades que tenemos.

En el último tiempo ha estado en el tapete incluso la llamada "inteligencia emocional" lo que nos debe indicar la importancia también de las emociones, más que mal, el ser humano no es un robot que actúa siempre racionalmente, sino que muchas de nuestras decisiones diarias son irracionales y que son tomadas por temas netamente emocionales.

Creo que un buen líder y/o jefe deber ser capaz de redigirir sus emociones/sentimientos hacia un camino que permita un buen desarrollo de su trabajo, y así mismo debe tener la suficiente empatía y conocimiento para identificar emociones negativas en sus compañeros y trabajadores para ser capaz de calmar dichos estados y por otro lado, ser capaz de potenciar las emociones positivas que puedan llevar a alcanzar niveles de eficiencia apreciables.

Sin embargo me pregunto, ¿hasta qué punto es realmente necesario conocer nuestras emociones/sentimientos y/o aprender a manejarlos? Ya que muchas veces las emociones de un momento nos hacen tomar decisiones casi instintivas frente a una situación que estando calmados no tomaríamos, pero que en ese momento resulta vital para poder tener un buen desempeño en algo.

Mauricio Morales dijo...

Desde la supuesta nebulosa de donde provienen nuestros estados de ánimo, es de donde se puede dictar nuestro comportamiento.
Una de las dudas que tuve al comienzo del ramo, era el cómo saber o como proceder frente a mi estado de ánimo con respecto a los demás, es decir, como afecta lo que yo digo, y como lo digo, dentro de un estado de ánimo negativo o positivo, al receptor de mi mensaje.
En el texto se explica bastante de esto, y resulta interesante saber las cosas que uno puede hacer en pro de lograr una mejor comunicación con los demás, pudiendo así mejorar las relaciones, ya sea con finalidades técnicas, o afectivas. Dentro de las explicaciones del texto, se puede entender un cierto proceder sobre la situación anímica de una persona frente a otra, ya que si se encuentra de mal humor, esto de cierta forma limita a la otra persona solamente a responder ciertas cosas, o a decir ciertas cosas, eliminando la posibilidad de crear (la palabra es generativa).
Obviamente es importante destacar que, esta misma postura se puede tomar al analizar el ánimo de las demás personas, y como esto me afecta a mí y al resto.
Dominando estos planteamientos, se puede manejar mejor la manera de cómo actuar, de cómo generar instancias de creación al conversar, por ejemplo, incitar emocionalmente, una apertura a una conversación provechosa, sin incurrir en gastos, solo en una estrategia emocional.
Desde el comienzo del ramo, he tenido interés en el trasfondo de las conversaciones, es decir, las motivaciones que puede tener alguien al hablarme, o al escucharme, por tal razón me surgen muchas interrogantes más profundas referentes al texto, que por cierto, en gran medida el texto mismo respondió.

Fco Sanchez Muñoz dijo...

Al leer el texto me surge la posibilidad de acción y aprendizaje en el sentido de meditar un poco más las situaciones en las que me en cuento emocionalmente para lograr darles un buen desenlace sin importar el estado emocional en que me encuentre, lo que claramente no es nada fácil a la hora de encontrarnos en situaciones en la que nuestra racionalidad no es una salida a la cual acudimos. Otra posibilidad de acción que me parece bastante relevante es el darnos cuenta del estado emocional de la otra persona con la cual interactuamos ya que podemos interiorizar sus palabras de acuerdo al contexto o emocionalidad que ella presente con el fin de darle la importancia que realmente se merece la conversación.
En cuanto a mis puntos de vista, estos no han sido fuertemente puestos en cuestión debido a la noción un tanto vaga que poseía en este tema por lo cual el texto me sirvió para realzar estos aspectos. Los cuales se dirigían de alguna u otra forma en la misma dirección hasta antes de leerlo.
Finalmente como reflexión es importante señalar la importancia de los estados emocionales y de ánimo en la construcción de nuestro presente y de nuestra felicidad ya que estos determinaran en gran medida nuestro futuro y forma en que nos proyectemos a los demás.

Isabel Rodriguez dijo...

Este texto es el más diferente en comparación a los anteriores, en que el tema central de éstos era el lenguaje y como éste limita nuestro actuar y ser. Ahora se nos habla de la forma en cómo actuamos de acuerdo a la esencia de cada de ser humano, específicamente nuestro emocionalidad y estados de ánimo, fundamentales en el comportamiento y en la posibilidad de acciones que se nos genera a partir de estos. Sin embargo, cabe destacar que nunca me ha había percatado de la diferencia sustancial que existe entre emoción y estado de ánimo, me pareció interesante la definición que se hace sobre la emoción como: “La emoción es una distinción que hacemos en el lenguaje para referirnos al cambio en nuestro espacio de posibilidades a raíz de determinados acontecimientos” al analizarlo más detenidamente pude observar que en general los distintos hechos nos llevan a sentir cosas que generan emociones dentro de nosotros mismos, es más, cuando leía se me vino a la cabeza inmediatamente que cuando terminara de leer el texto me sentiría más contenta pues esto traería como resultado que me quedarían menos deberes que realizar.

De esta misma manera es interesante la distinción que se hace acerca de los estados de ánimo con respecto a las emociones, el texto nos dice lo siguiente: “Con los estados de ánimo, por el contrario, nos ocupamos de la forma en que el horizonte de posibilidades en el que nos encontramos, correspondiente al estado de ánimo en cuestión, condiciona nuestras acciones”. El estado de ánimo a diferencia de las emociones, están permanentemente con nosotros, siempre nos encontramos en algún estado de ánimo diferente, muchas veces sin explicación.

El texto también nos interioriza en la forma en que tenemos que actuar dependiendo del estado de ánimo en que se encuentren las personas que nos rodeen y como éstos van a limitar nuestro espacio de acción, concorde a los que los otros están viviendo. Es necesario y creo que en eso concuerdo con lo que se nos dice en la lectura, que los seres humanos necesitamos comunicarnos, pero muchas veces nuestra comunicación se ve influenciada por la emocionalidad desde la cual actuamos y coordinamos acciones.

También concuerdo en el texto, cuando se nos hablo de cómo la corporalidad y la biología juegan un rol fundamental en la emocionalidad que nos rige constantemente, quizás si nos proponemos podemos estar en las emociones que queremos para poder entablar las relaciones adecuadas con las personas que nos rodean.

Finalmente, considero de vital importancia que podamos aprender de este tipo de lecturas que hay momentos y momentos para hacer las cosas, los seres humanos debemos respetar nuestros espacios emocionales, ya que son éstos los que nos permiten actuar de una u otra manera y es en lo que constantemente fallamos los jóvenes y en particular los estudiantes de ingeniería, ya que el contacto con ciencias denominadas “blandas” son escasas.

victor dijo...

Al leer el texto nunca me imagine que algo tan cotidiano como emociones y estados de ánimo fueran tan diferentes, la distinción entre las dos la desconocía. Aunque no es un conocimiento nuevo de gran importancia en comparación con lo demás mientras iba leyendo. Es interesante el explorar forma de influir en los estados de ánimos de otras personas; usado correctamente se podría crear un clima laboral y una motivación adecuada para el grupo de trabajo; sobre todo si es un importante ítem en el análisis de los casos para RRHH. Para lo anterior, el concepto de Kairós es my importante, y aquí es cuando entra en juego la habilidad del gestor para encontrar el momento adecuado en el cual intentar afectar el estado de ánimo de la otra persona. (en lo personal esto me resulta muy difícil) Es notable que nos han enseñado las técnicas pero no, hasta ahora, la capacidad de buenos observadores, con lo cual somos capaces de identificar un “Kairós”. Se me han confirmados mis hipótesis de la importancia de la gestión de personas para optimizar el trabajo, pero además ahora me doy cuenta de varias herramientas nuevas para que esto suceda, entre ellas la observación.
La parte del texto que trata sobre las emociones abre más aprendizajes aun que la primera parte. Cuando hablamos de afectar estados de ánimo, tratamos el tema como teórico, sin embargo las emociones y las distintas formas que se dan de ellas tratadas en el texto, son visualizadas por nosotros en cada momento, aun cuando no seamos buenos observadores. Dentro de las más comunes, los juicios y la adecuada recepción de ellos. Esta es posiblemente la situación más difícil e incómoda tanto para el emisor como para el receptor, depende del esfuerzo de ambos para que la situación sea ideal. Y finalmente la entrega de promesas; los compromisos que podamos dar no pueden ser dados con tanta facilidad, ya que implica de un análisis del tiempo de cumplimiento ( si es que es posible para el emisor realizar la acción dentro del tiempo estipulado).
El texto me dejo una sola pregunta ¿es posible ser un buen observador y encontrar un adecuado “Kairós” sin poseer la habilidad nata? Ya que por lo menos a mí esto me resulta incluso casi imposible.

Luis Carvajal dijo...

El tema planteado me parece de muy alto interés. Al igual que varios de mis compañeros, me confieso un tanto impulsivo algunas veces, lo cual claramente no es el mejor camino para tomar decisiones en la medida en que no nos encontramos realmente con la cabeza fría, sino más bien en una actitud defensiva/ofensiva en donde tendemos a polarizar tanto nuestra opiniones como las de nuestro interlocutor. Así se hace necesario el controlar estos factores no solo en su ámbito negativo. Por ejemplo, creo que pocos discutirían si mencionara que es bueno confiar en los compañeros de trabajo. No obstante un exceso de confianza en ellos puede resultar tanto o más nocivo que la carencia de ésta.
Así, en lo personal creo que como futuros “jefes” estamos llamado no solo a controlarnos nosotros mismos y tener la capacidad de “respirar profundo” antes de hacer o decir algo. Además debemos tener, de una u otra forma, la capacidad de inducir en los demás estados digamos “óptimos” de equilibrio emocional que permitan también a ellos comunicarse de manera efectiva tanto con nosotros como entre ellos mismos. Hace falta quizás en nuestra carrera más asignaturas relacionadas con ese tema. Personalmente que muchas veces precisamente quienes están más capacitados digamos técnicamente son precisamente a quienes les falta esa capacidad de empatizar con los demás y generar ese ambiente de confianza que le permita al otro, por el bien de la organización, comunicarse efectivamente y plantear los que realmente son sus puntos de vista sin influencia de estados emocionales polarizados.
Finalmente, concuerdo con un comentario de más arriba que valora “las emociones” desde un plano instintivo. Es más, cuando hablamos de sentido de la pertenencia (uno de los temas constantemente tratados en las lecturas) resulta evidente que hay emocionalidad de por medio en ese concepto. Luego, la pregunta es, ¿cómo alcanzar ese equilibrio?.

Carla Wohlk dijo...

Al leer el texto comprendí que hay actos que dependen de nosotros, de nuestros actos, capacidades y habilidades pero que además existen los hechos de la vida, los cuales no pueden ser cambiados independientemente de lo que hagamos.
El autor menciona 4 estados de ánimo: el resentimiento, la aceptación, la resignación y la ambición.
- El resentimiento se alimenta de promesas incumplidas, este sentimiento puede ir aumentando es silencio, dañando profundamente a la persona, impidiendo que este sienta alegría e imposibilita algunas acciones y por sobre todo arrebata su libertad.
- La aceptación es un sentimiento contrario al resentimiento ya que estamos en paz pese a que se nos niega algo.
- La resignación, bloquea la posibilidad de acción de una persona, considerando no hacer nada para cambiar el presente.
- La ambición es opuesta a la resignación ya que es este estado la persona ve posibilidades de acción donde otros no ven, intentando lograr los propósitos a como de lugar.

Es importante estar atentos a los estados emocionales de cada integrante del equipo, motivar la ambición en el sentido del logro de los objetivos. También es importante una buena comunicación, aceptar las opiniones de los demás es primordial dentro del equipo, con esto evitamos el resentimiento.
Finalmente el texto me ayuda a reconocer estos estados de ánimo, que podrían estar afectando al equipo en el que trabajo, intentando así lograr una mejor relación entre nosotros.

Rocío Sabat dijo...

Me sumo a las frases iniciales de varios de mis compañeros: "Hola, soy Rocío y soy impulsiva. Me ofusco más de lo que debiera por pequeñeces".

Durante todos los textos que leímos en ocasiones anteriores no pude evitar pensar en que, si bien utilizamos el lenguaje como un "motor de acción", siempre hay un trasfondo emocional en todo lo que se dice: las palabras pueden ser las mismas, pero el emisor puede interpretarlo de manera diferente (me viene a la mente otro de los textos que hacía énfasis en ello). Análogo a ello, probablemente si estoy con un mal estado de ánimo me presentaré menos colaborativa para trabajar que si no fuera el caso.

Primero que todo, una frase que, si bien siempre he considerado cierta, posiblemente no siempre aplico en mi vida diaria: ¿cuál es el grado de responsabilidad que yo tengo dentro de la situación?, ¿tomé más culpa de la que debiera, reclamé que era un problema de ellos cuando en realidad era mío?, ¿si hubiese estado con otra predisposición me habría mostrado más entusiasmada al respecto?.

No me cabe duda que reconocer nuestras emociones es algo fundamental que podría evitar muchos roces e imperfecciones comunicacionales, pero... ¿manifestarnos de manera diferente a lo que realmente sentimos no nos quita un poco de humanidad?. A lo que voy es que, para bien o para mal, una actitud políticamente perfecta incapaz de decir lo que gritan sus ojos tiene otras repercusiones en la vida. Evidentemente, no apunto a que "debamos hablar sin filtro": sí estoy muy de acuerdo en "redirigir" nuestras emociones para conseguir objetivos positivos, ¿pero esto mal ejecutado no sería camuflarlas de cierto modo? Y, claro está, al camuflarlas caemos en un problema comunicacional peor a mi parecer: las famosas "caretas".

No puedo evitar una duda sobre el texto: asumiendo que nos es posible controlar nuestra emocionalidad y que incluso podemos detectar la de nuestro entorno... ¿es realmente factible saber la reacción que ellos tendrán ante nuestras palabras y acciones? Y, si no es el caso, ¿cómo posicionarnos para tratar con la emocionalidad del otro?.

Fabián Jorquera dijo...

A partir de lo leído, se me abre como posibilidad de acción el hecho de prestarle más atención a mis sentimientos, de los cuales podré identificar estados de ánimo y emociones. Normalmente, en acciones cotidianas presto más atención a los sentimientos que transmiten los demás actores que a los propios, dándole, como expresa el texto, distinciones emocionales. El hecho de que preste más atención a emociones externas produce que las conversaciones tiendan hacia un solo lado. Es por ello, entonces, que ahora creo que si prestara más atención a mis propios sentimientos, se producirían, para mí, nuevos espacios de acción (quiebres), generando cambios en mi propio ser. Sin duda alguna, que las emociones son tan importantes como el lenguaje y la corporalidad para comprender el conjunto del fenómeno humano, pero quizás al ser más abstractas (no lo vemos) es más difícil de identificar y de comprender. Destaco además, la acertada frase de Blaise Pascal descrita en este texto: "El corazón tiene sus razones que la razón desconoce".
Un punto de vista que me ha llamado la atención es el hecho que el observador es quien establece una distinción emocional, por lo que la emoción pertenece al observador. Esto se puede asimilar por ejemplo a cuando leemos un libro, cada persona le dará sus propias distinciones e irá recreando las escenas según sus propias experiencias, según su propia esencia… por lo que si este libro se adaptara a una película, lo más probable es que existan diferencias entre estas imágenes y las creadas en los pensamientos del individuo, y es este uno de los motivos de que las adaptaciones al cine tengan tantas críticas. La lectura, además reafirma a los textos anteriores en cuanto la importancia del lenguaje, esta vez viendo el impacto de los estados emocionales a través del lenguaje, factores que son dependientes entre sí. Claramente una comunicación entre individuos se verá afectada por los estados de ánimo de los participantes. Además, a través del lenguaje podemos modificar estados de ánimo, el cual es uno de los puntos más importantes que nos expresa esta lectura.
Finalmente, esta lectura me deja las siguientes preguntas: ¿Qué estoy haciendo para cambiar mis emociones negativas?, y, principalmente: ¿Qué estoy haciendo para ayudar a mejorar los estados de ánimo de quienes me rodean?

anita dijo...

El tema de los estados de ánimo y las emociones en la vida cotidiana son muy poco tomadas en cuenta, casi pasadas por alto, y no les tomamos el peso que les corresponden, sin embargo creo que en el texto se nos da el puntapié para poder entender las bases de los estados de ánimo y las emociones, poder comprenderlas, y así lograr poder dominarlas y/o usarlas en nuestro beneficio para manipular las situaciones que se ven gobernadas por estos factores, lo cual nos abre un abanico inmenso de nuevas posibilidades. Nuestra formación en la universidad hace poquísimo incapié en estos factores, los cuales, sin embargo, afectan en gran medida los procesos productivos y las empresas en si (se observa esto en el ejemplo del texto sobre la "moral" de los ejércitos, que es tomada como una variable importante por los estrategas) con lo cual, en este aspecto, se me abre un espacio de aprendizaje bastante interesante y muy amplio.

Por otro lado, me pareció sorprendente el hecho que no se sepa de dónde provienen las emociones, ya que, segun tenía entendido, eran simplemente estados mentales que desencadenaban reacciones corporales y nos hacían actuar de formas distintas dependiendo de la emoción, sin embargo, al parecer es algo más complicado que eso, lo que me lleva a pensar que hay más estados de acción dentro del cuerpo humano además del pensamiento y las acciones reflejas

Alvaro G dijo...

Vemos que el texto empieza señalando que existen tres grandes dominios que son el corporal, el lenguaje y el emocional. Ahora bien, las emociones están muy relacionadas con los estados de ánimo. Vemos que cuando existe un quiebre en nuestra vida, también existe una emoción. Un ejemplo práctico en la vida universitaria es el recibir la nota de un certamen, ¿Cómo te fue?, Lo encontré fácil y espero tener una buena nota como todas las que eh tenido en este ramo. El curso normal de las cosas es que la siguiente sea una buena nota, como han sido las anteriores. El tema es que cuando la recibo, me doy cuenta que está muy debajo de la esperada. Existe un quiebre en relación con el ramo en cuestión. Pensando en el mejor de los casos, voy a revisión del certamen y me doy cuenta que los puntos están mal contados y me suben la nota. ¿Existió el Quiebre? Si. ¿Fue un estado de ánimo? No. Ya que esta nota no influyo mayoritariamente en mi forma de vivir. En la empresa ocurren problemas similares, el tema es que debemos ser entrenadores de nuestra vida. Como el texto señala, pueden venir serpientes en nuestro camino habitual, pero debemos ser capaces de aprender a percibirlas. Al final el sentimiento depende del observador. Muchas veces se hablan de responsabilidades en nuestras vidas, pero depende de cómo las mire el observador. Para algunos el “trabajar” se torna en una pasión, como en el caso de PIXAR, pero en otros casos, en gran numero, es una carga pesada. Pasar por un camino y ver siempre a la serpiente, puede ser fatal para nosotros, pero también puede llegar a ser una oportunidad para replantearnos el camino, y buscar uno más óptimo. Los quiebres nos ayudan a buscar soluciones nuevas, nuevos caminos, nuevas percepciones, nuevas emociones, nuevas formas de ver la vida, es en el quiebre donde nos preguntamos realmente quienes somos. Cuando sufrimos el fallecimiento de algún ser querido es donde nos surgen dudas que nunca habíamos tenido, pero así también, nos hace crecer y madurar. Es en la dificultad cuando nuestro carácter se prueba, no cuando anda todo bien. Es bajo presión donde nos mostramos tal cual somos. Y es ahí donde debemos dar lo mejor de nosotros.
El texto señala que las personas que tienen mayor actividad en el área frontal izquierda del cerebro que en la derecha, tienden a tener un carácter más positivo y optimista. Creo que eso se da en las personas optimistas, pero no necesariamente en las personas que tiene más actividad en el área frontal izquierda del cerebro, es decir, tiene solo una implicancia y no dos. Nada puede condicionar tu forma de ver la vida, de ser feliz, siempre hay una nueva forma de ver la vida cada día. Algo que está sobre nosotros, y que tiene una visión más amplia del mundo. Me asombra el hecho de analizar a una persona solo por sus posturas corporales, y de inferir su estado de ánimo. La forma en que caminamos, nos movemos, nos paramos, hablamos, nos reímos, etc. Creo que nuestro andar es el reflejo de nuestro corazón, de cómo vemos la vida. Es por eso que cuando las emociones no son agradables, algunas personas, no quieren ni salir de la cama, y pueden pasar días dentro de la casa. Muchas veces algunos problemas físicos son gatillados por problemas emocionales, y si queremos tener una solución eficaz, debemos arreglar primero los problemas emocionales. Para vivir la vida bien, debemos dejar mochilas pesadas a veces, no es agradable ir a la universidad con muchos cuadernos, libros, notebook, que muchas veces ni siquiera lo ocupamos en el día. Debemos vivir la vida sin tantos resentimientos en nuestros corazones y aprender a perdonar, como lo señalaban en las lecturas anteriores.

Jorge Fuentes dijo...

Cuando hablamos de emociones y estados de ánimos, me siento atraído a tratar de aprender a manejarlos de mejor manera e intentar que no sean éstos quienes me controlen, pero luego se cae en un círculo complicado de entender. Es que muchas veces hemos escuchado que debemos ser capaces de controlar nuestras emociones y estados anímicos, para poder tomar mejores decisiones, y en parte es verdad, pero por otro lado nosotros “somos en los estados de ánimos”, luego controlar las emociones y ánimos es parte de nuestro estado anímico y hacer esta distinción es algo difícil. La lectura me ha llevado a pensar en muchas de las decisiones que he tomado en mi vida, incluso en frases que he dicho y que han sido sólo parte de la emoción y estado de ánimo particular al momento, y creo que no lo hubiese hecho en otra situación (eso creo ahora). En los errores que he cometido, en las oportunidades que he perdido…cuando chico y creo que a la mayoría le ha pasado, incluso más maduros, muchas veces perdí cosas que me gustaban, que me estaban ofreciendo, solamente por estar enojado…y así con muchas situaciones diferentes con mayor o menor importancia, pero que recuerdo que mi estado de ánimo logró que tomara la decisión incorrecta e incluso la que no quería. Otro aspecto en lo cual se puede sacar enseñanza, es en cuando llegar al estado de resignación, sobre todo este último tiempo he estado mirando muchas de las cosas que suceden como que ya tuvieran un destino marcado, y lo que va a fracasar sucederá y lo que no, no lo hará, y posiblemente esto lo he pensado por el estado anímico en que me encuentro y el texto me ha llevado a meditar más en estas situaciones e intentar ver cuales de ellas están al alcance para modificar el curso y poder hacer que cambie lo que parece ir en camino a un término no deseado. Los puntos que he reafirmado tienen relación con la importancia de los sentimientos, cómo los estados de ánimos pueden modificar cada una de las conversaciones y actos que realizamos a diario y por ende son los que “hacen” nuestro actuar. Me parece interesante desarrollar habilidades o capacidades para poder sobreponerse a los estados de ánimo y que no seamos controlados por el momento que estamos viviendo, interviniendo en nuestros sentimientos para poder tomar las decisiones correctas independiente de cómo nos levantamos determinado día. A modo de reflexión final, si decimos que los estados de ánimos gobiernan nuestra vida ¿Cómo podemos gobernar a nuestros estados de ánimo? Y si podemos gobernar a nuestros estados de ánimo, podemos entonces tomar las mismas decisiones, hablar y opinar, discutir, relacionarnos ¿Independiente de nuestro estado de ánimo? Hay cosas en las cuales debemos dedicar más tiempo y hacer una retroalimentación de los actos que realizamos en la vida….quizás aprendamos realmente a controlar por completo los sentimientos y estados de ánimo.

Rob dijo...

Para comenzar destaco el considerar el hecho de la importancia de poder darnos cuentas del estado de ánimo o de la emocionalidad de una persona. Puede que haya dormido mal, lo que prepondera un estado negativo o que le hayan dado una mala noticia y esté decaído. Sin embargo, de no existir la confianza no se nos será informado, por lo que entra a jugar el tema de la empatía, de lograr observar que la otra persona no anda bien, y evitar conflictos, sobrecargas y malos entendidos. A mi juicio, en parte esto se puede aprender conforme uno va creciendo, pero también hay que considerar que hay personas que tienen facilidad para aquello, lo cual genera una importante ventaja si llega a ser líder de grupo.

Otro tema es lo de dejarse llevar o no por las emociones. Pensar con la cabeza fría es al parecer la mejor opción, lo que complica en sobremanera a las personas impulsivas. ¿Qué tanto debemos medirnos a la hora de actuar? El problema de vivir limitándose es no dejar espacio para el libre flujo de la esencia de la persona, se podría decir que es un atentado contra el ser mismo, pero también debe generar un montón de estrés mantenerse en un estado de “freno de emociones”. Por otro lado, si vamos a necesitar calmarnos siempre, nos hacemos más lentos, y en trabajos bajo presión, no se puede dar. A mi juicio lo mejor es potenciar las buenas emociones, instaurar ambientes para evitar que se puedan dar oportunidades de malos ratos, es decir, dejar las cosas claras, y por supuesto, saber cuándo parar.

Roberto Sepúlveda L.

Czar dijo...

Según el texto leído, los fenómenos de cuerpo, de la emocionalidad y del lenguaje no pueden ser reducidos a un dominio diferente del que ellos mismos constituyen, no es menos cierto que ellos establecen entre sí relaciones de coherencia y, por lo tanto, lo que acontece en uno de ellos condiciona lo que sucederá en el otro. Posturas físicas, emocionalidad y lenguaje se comportan entre sí de manera congruente y se influencian mutuamente. También creo que se reafirma mi concepción al respecto a que nuestros estados de ánimo individuales siempre se originan dentro del estado de ánimo social, más amplio, de nuestra comunidad y de nuestro tiempo.

Me parece coherente lo de encontrarse con personas que viven en el decir reiterado de expresiones tales como: Si simplemente eso no hubiera ocurrido, yo habría podido hacer tal o cual cosa. Sin negar que lo que se dice pueda ser válido, el vivir en esa conversación nos muestra muchas veces una fijación con una situación que ya no puede cambiarse. Hay otros cuya actitud reiterada corresponde a decir: Para qué me voy a tomar la molestia de hacer eso, si sé que nada va a cambiar. Este tipo de actitud ¿tiene alguna relación con la experiencia personal u obedece sola y exclusivamente a causas de orden lógico?.

Nicole Pareja Torres dijo...

Nuevamente, este texto toca un punto que es vital en todas las relaciones humanas. Si algo nos caracteriza de otras especies es que poseemos emocionalidad
y aunque todos sabemos que es así, seguimos muchas veces tratando a las personas como si fuesen individuos que no se ven afectado
por el ambiente que los rodea o por situaciones que le ocurren . Lo vemos y escuchamos a diario cuando decimos " y a este que le pasó que se
levantó con el pie izquierdo", " amanecimos de mal humor parece" , "oie que andas raro", " y este(a) que bicho le picó"," que anday callado" en caso de que emociones negativas
le estén afectando o en el caso de las positivas "tan alegre que amanecimos hoy", "anday con toda la cuerda", etc. Tenemos un sin fin de expresiones
para denotar los cambios de emocionalidad que adoptan, pero sin ahondar mas a fondo ,preguntarse ¿que llevó a esta persona a actuar de la forma en la
que lo hizo? ¿que tenía en la cabeza ese tipo(a) cuando hizo eso?. Quizá si fuésemos capaces de lograr entender la emocionalidad de las otras
personas podríamos lograr conversaciones o acciones futuras asertivas y no "acciones erróneas". Sobre todo dentro de una organización, donde
lograr entender ese concepto constituye una herramienta fundamental para la retroalimentación de la organización o empresa. De esta forma podemos podremos
generar lazos de confianza quizás, porque estaríamos desarrollando la habilidad de la empatía. Habilidad que como futuros "jefes" estamos llamados a desarrollar
no sólo para obtener productividad, si no que también para generar un buen clima laboral, para de esta forma generar un ambiente
grato en el trabajo que indirectamente estará favoreciendo a la productividad laboral.
Quizá en este tema, nos falta mucho por aprender, falta mucho desarrollar la tolerancia y aprender a dominar nuestra emocionalidad para que
esta no influya negativamente en nuestro actuar. Tal vez aprendiendo a desarrollar esta "habilidad" no sólo sería un enriquecimiento para nosotros, sino
que también para todo el equipo que estemos dirigiendo.

Maximiliano León M. dijo...

Es un hecho que la emocionalidad es un ámbito clave en el desarrollo de nuestras vidas, ya que, como muy bien se menciona en el texto, ésta nos abre y nos cierra posibilidades, por lo que influencia drásticamente nuestras acciones. Por esta misma razón es que, más que abrírseme alguna posibilidad de acción, luego de la lectura puedo decir que tengo una noción más clara de cómo manejar mejor mi emocionalidad (específicamente los estados de ánimo), es decir, una nueva posibilidad de aprendizaje que al mismo tiempo me abrirá muchas nuevas posibilidades de acción que antes se veían mermadas por mis estados de ánimo (muchas veces inmanejables para mí).
Lo que más me llamó la atención fue la diferencia que se plantea entre las emociones y los estados de ánimo, si bien comparto la opinión del autor en cuanto a que no son lo mismo y a que un estado de ánimo está conformado por emociones más duraderas en el tiempo, nunca lo había pensado de ese modo. Encontré interesante el punto anterior porque creo que reconociendo esta diferencia es mucho más fácil controlar nuestra emocionalidad, pudiendo separar las emociones del presente estado de ánimo y viceversa, ya que muchas veces uno tiende a dejar que las emociones se apoderen de nuestros estados de ánimo o que nuestros estados de ánimo opaquen emociones que nos pueden ser agradables. También me produjo una cierta inquietud el planteamiento sobre la relación biológica existente entre nuestro cuerpo y nuestros estados de ánimo, en el sentido de que me gustaría indagar más en el tema, ya que me considero una persona bastante nerviosa y estoy consciente de que esto repercute en mi bienestar corporal, por lo que me ayudaría mucho aprender más sobre el tema para poder manejarlo de mejor forma.
En cuanto a los cuatro estados emocionales básicos es extraño lo que me ocurre, ya que al menos desde mi perspectiva soy una persona muy propensa a caer en el resentimiento (soy muy sensible con mis relaciones personales y me cuesta bastante confiar en las demás personas), sin embargo, en ningún caso esto me hace caer en la resignación, todo lo contrario, me hace ser más ambicioso con el fin de que mi felicidad y bienestar personal dependa al máximo de mis propias acciones y no de las del resto. Es por esto que, según lo expuesto por el autor en el texto, mi emocionalidad es una especie de mezcla entre facticidad de oposición con posibilidad de aceptación, con esto no quiero decir que me sea imposible alcanzar un estado de paz o que jamás me he resignado frente a un hecho de mi vida, pero sí noto mucho más presente los otros dos estados emocionales. Por lo tanto, ahora que me di cuenta de esto, como reflexión personal sería lógico que me hiciera la siguiente pregunta: ¿Qué debo hacer para darle más espacio al estado de aceptación en mi vida frente al de resentimiento? Por supuesto, sin que esto me torne una persona menos ambiciosa.

Javier Muñoz Vega dijo...

Luego de leer el texto me parece interesante la parte donde los dominios están conectados de por sí, el dominio corporal, el dominio del lenguaje y dominio de emociones. En la parte emocional como concepción que se tiene, me pareció importante el grado de importancia que se le ha dado a este dominio, en otras palabras las emociones o “asuntos del corazón” son guiadas por algo que no es la razón, ya que se cometen actos de irracionalidad por cosas emocionales y que de una u otra forma es un factor demasiado importante en nuestra vida humana. En lo emocional se puede decir que es el cambio en nuestro espacio de posibilidades a raíz de determinados acontecimientos. Ahora al reflexionar sobre la existencia de los cuatro estados emocionales básicos, Resentimiento, Aceptación o Paz, Resignación y Ambición, me di cuenta que al iniciar mi lectura no creía en la existencia en el sentido de que hubiese como una lista de estos tipos de estado o sea no pensaba en la existencia de ellos. También comprendí me pareció interesante la reflexión que se hace acerca de los juicios en el texto.
Como se a leído en otros de los textos de este semestre me llama la atención que se siga haciendo hincapié en los dominios de las emociones en el tema organizacional y comunicacional, esto me lleva a preguntarme ¿Cómo mejoramos nuestros dominios, en el comportamiento de una organizacion? O ¿Cómo logramos comprender los estados de ánimos del resto de las personas, si para nosotros mismos es complejo comprendernos en siertas situaciones?

Nicolás Arriagada dijo...

Me gusto las distinciones dadas hacia las emociones y hacia el estado de emoción, como se separan la una de la otra y como el estado de emoción abre o cierra un nuevo mundo de posibilidades. También me pareció muy importante como las emociones forman un conjunto con las otras dos dimensiones de corporalidad y del lenguaje. Creo muy fervientemente que las emociones forman el yo de cada día, y que cada acción que producimos es producto del como vemos al mundo, es decir de nuestro propio estado de emoción. Muy interesante la pauta de cómo podemos diseñar acción en distintos estados de ánimo, ya que muchas veces somos muy alterados para actuar o nos dejamos llevar por la “emoción” del momento, cosa que cuando somos más jóvenes nos falta mucho pensar. Este texto me abrió una nueva forma de ver la vida ya que muchas veces decimos que pensar negativamente está mal, lo que está mal no es la forma de pensar sino la forma que desde el pensamiento hago acciones mal diseñadas. Los cuatro estados emocionales básicos me pareció un tema ya discutido por mi mismo hacia mi persona, ya que muchas veces me pregunto cómo puedo pasar el día sin que mis acciones repercutan en la mente de los que me rodean, es muy necesaria esta parte ya que los juicios son parte muy importante del quehacer rutinario. Los juicios así como las emociones nos abren importantes mundos de posibilidades por lo tanto para nosotros como Ingenieros Civiles Industriales es muy importante estos dos conceptos ya que condensan de por si lo que es la gestión de recursos humanos, hoy en día el ser un líder de líderes es muy importante en nuestro mundo y en nuestro país, y el ser líder se encuentra en estos dominios, ser seductor, ser líder es lo que necesitamos para poder desarrollar personas que a su vez sean lideres y creen acciones que abran posibilidades importantes el día de mañana. Esto va tanto para el trabajador como para el jefe supervisor o el jefe principal de la empresa, crear un buen ambiente emocional y emitir los juicios exactos es lo esencial para ser un buen gestor.
Me pregunto lo siguiente, como en el texto decía que el lóbulo frontal derecho es el que hace que pensemos negativamente, junto al hecho de que en mi país muchas veces se hacen las cosas sin pensarla, ¿Cómo debemos asociar este hecho para lograr una sociedad más feliz, es decir con mejores pensamiento que puedan dar frutos a mejores conversaciones y espacios de acciones que abran nuevas posibilidades?

nnome dijo...

Una situación interesante a analizar dentro de las que podrían afectar nuestra emocionalidad, podría ser el vivir de hechos pasados, dudo que alguno no le haya sucedido, a muchos aun le sucede, este claro ejemplo limita nuestro actuar día a día, es más, condiciona nuestras emociones. Es difícil manejar cosas de este tipo, y le llamo cosas debido a que son tan extrañas y difíciles de explicar, es algo que llega al interior de uno sin mero aviso y que para lograr desprendernos de eso pueden pasar días, meses u años.
Para destruir esta condicionalidad debemos ser mas rápidos y condicionarnos con anterioridad, pero de manera que no sea limitante el día de mañana, ejemplo de ello es incorporar en el interior o mejor aún, en la filosofía propia, el pensar que todo lo que viene siempre será mejor que lo anterior, entender que son cosas distintas, que cada momento no es igual al otro, que hasta uno ya no disfruta de las mismas cosas, sino de otras que antes pensaba imposibles.

nnome dijo...

Una situación interesante a analizar dentro de las que podrían afectar nuestra emocionalidad, podría ser el vivir de hechos pasados, dudo que alguno no le haya sucedido, a muchos aun le sucede, este claro ejemplo limita nuestro actuar día a día, es más, condiciona nuestras emociones. Es difícil manejar cosas de este tipo, y le llamo cosas debido a que son tan extrañas y difíciles de explicar, es algo que llega al interior de uno sin mero aviso y que para lograr desprendernos de eso pueden pasar días, meses u años.
Para destruir esta condicionalidad debemos ser mas rápidos y condicionarnos con anterioridad, pero de manera que no sea limitante el día de mañana, ejemplo de ello es incorporar en el interior o mejor aún, en la filosofía propia, el pensar que todo lo que viene siempre será mejor que lo anterior, entender que son cosas distintas, que cada momento no es igual al otro, que hasta uno ya no disfruta de las mismas cosas, sino de otras que antes pensaba imposibles.

Seba Fuentealba dijo...

Reconocer al ser humano como emoción, cuerpo y lenguaje, en el cual este último es solo una parte que lleva a la acción es fundamental para poder entender la gestión de personas comprendiendo que estos tres dominios se interrelacionan de manera congruente y dependiente creando una relación muy fuerte. Los quiebres, factores fundamentales en la generación de las emociones y los estados de ánimo producen cambios en nuestra estructura, donde las emociones son expresiones fuertes rápidas y reactivas y los estados de ánimo son expresiones perdurables en el tiempo. Estos estados anímicos siento que me afectan profundamente al momento de relacionarme con mis pares, muchas veces he sido descortés, insolente, prepotente y muy mal genio por encontrarme de mal humor, al sentirme afectado por ciertas circunstancias, o incluso por presiones, a sabiendas que lo que hago daña las relaciones que he construido a lo largo del tiempo. Quizás pequeñas emociones fuertes, cambian mi estado de ánimo pudiendo transformarme en una persona totalmente opuesta y sin duda el arma más poderosa para esto a modo de ejemplo es la alegría que desprende el amor en mi vida, esa emoción potente que siento al ver a mi novia transforma completamente el día.
Las emociones y los estados de ánimo son fundamentales para el desarrollo de la vida, y si entendemos su funcionamiento podemos comprender un poco más el camino en el que nos encontramos. Nos hemos visto enfrentados a ellas desde que nacimos y ahora comprendemos un poco más su lógica, cosas tan básicas para la vida que jamás cuestionamos se nos presentan como el tema fundamental que son realmente. Para el desarrollo de nuestras capacidades laborales es fundamental saber dirigir y controlar las emociones, poder influir en el resto de manera positiva es vital para sacar lo mejor de un equipo de trabajo.

Pablo Carrasco dijo...

Este texto nos muestra la importancia que tienen las emociones en nuestro diario vivir.
Todas las acciones que realizamos están siendo influidas directamente por la emocionalidad que sentimos en ese momento.
A veces frente a ciertos desafíos o retos que se nos presentan, reaccionaremos guiados por la emocionalidad. Es por eso que debemos saber controlar nuestras emociones de forma que nuestras reacciones y determinaciones que tomemos frente a determinados hechos sean adecuadas a la ocasión.
En este texto se mencionan además los 4 estados emocionales básicos; El resentimiento , la aceptación, la resignación y la ambición.
La aceptación es el camino mas fácil que se podría tomar (emocionalmente hablando), ya que siempre que ocurra algún evento en el cual nosotros no estemos de acuerdo, deberíamos (dejándonos llevar por nuestra emocionalidad) exponer nuestro punto de vista o decir que no estamos de acuerdo, pero en la practica, la mayoría de las veces no es asi, y aceptamos silenciosamente.

Alejandro Buconic dijo...

Hasta este momento los textos nos hablaban del lenguaje y la importancia que tenía en las relaciones interpersonales; el texto de este Lunes comenzó con un apartado que se relaciona mucho con la forma que nos expresamos, las emociones y los estados de ánimo ¿Quien no ha dicho cosas de las cuales se arrepiente por sufrir emociones de rabia, rencor o resentimiento? Por lo que podemos comenzar afirmando que el lenguaje no es lo único que se debe aprender a manejar (tanto en el hablar como en el escuchar) sino que también debemos controlar nuestros sentimientos y emociones.
Las emociones y los estados de ánimo perturban fuertemente nuestro entorno, provocando reacciones en quienes nos rodean. Tanto emociones como estados de ánimos son generados de alguna acción que provoca un quiebre emocional en cada uno; la emociones son más especificas y las entendemos como sensaciones inmediatas de alguna información especifica que recibimos en el momento, en cambio los estados de ánimo están asociados a un horizonte de posibilidades, a un espacio de acciones posibles, además estos son constitutivos de la existencia humana.
Lo que más me dejo la lectura es la reflexión personal que los estados de ánimo pueden abrirnos y cerrarnos oportunidades durante nuestra vida, si sabemos trabajar con estos a nuestro favor podremos ver oportunidades donde no todos las ven.
En lo laboral es importante estar atentos a las emociones y los estados de ánimos de nuestro grupo de trabajo, y saber manejarlo para lograr una meta conjunta.
Algunas preguntas que surgen del texto son; ¿Se puede aprender a manejar los estados de ánimo sin conocernos en plenitud? ¿Nos conocemos? ¿Son necesarios cursos de autocontrol para lograr manejar nuestros sentimientos?

Felipe Vásquez dijo...

Estados de ánimos y emociones, palabras que el texto reitera una y otra vez. Podemos hacer una distinción entre ambos términos, lo que muchas veces y aplicados a algunas situaciones se diferencian en detalles o es casi imperceptible. Cuando la vida fluye de manera más o menos constante y existe una interrupción que hace cambiar nuestros sentidos hablamos de emociones. Dicha interrupción conduce a modificar significativamente las fronteras de un espacio de posibilidades que a diario las personas pueden afrontar, por lo que los seres humanos asociamos las emociones con quiebres dentro de la vida. Cuando ocurre un quiebre lo que parecía poco probable o incluso imposible puede tornarse probable o posible repentinamente, es decir, cada vez que hay un cambio dentro de nuestro espacio de posibilidades se generan emociones. Por otra parte los estados de ánimo no se relacionan necesariamente con acontecimientos específicos, los estados de ánimo son cambiantes y según éstos los seres humanos actuamos. Se refieren a estados emocionales desde los que realizamos las acciones. Independiente del lugar donde estemos y las acciones que estemos realizando, los seres humanos nos encontramos en algún estado de ánimo que de manera normal no elegimos ni podemos controlarlos.

Creo que los estados de ánimo y emociones marcan profundamente nuestro estilo de vida, interfieren en el ser de uno mismo y marcan la identidad que hace a una persona diferente a la otra. Para la mayoría de las personas “yo soy así porque sí”, pero creo que esto lo marcan los diferentes estados de ánimo y con ello los diferentes mundos que las personas le damos en diferentes situaciones a la vida. Bueno, la idea es tratar de trabajar los estados de ánimo, no sé si llegar a controlarlos pero por lo menos aprender a conocerse a uno mismo y saber en qué situaciones mis estados de ánimo están más elevados o no para realizar acciones que, en base a prueba de situaciones pasadas, son de nuestro agrado o no. Las posibilidades de conocimiento de estados de ánimo son infinitas y el cómo actuar frente a ellos también lo son. A diferencia de los estados de ánimo las emociones me parecen un poco más fáciles de trabajar. Muchas veces cuando sentimos emociones podemos llegar a hacer cosas que, racionalmente, nunca quisimos. Podemos pasar a llevar al resto y herir. También podemos contagiar y compartir emociones, y por ello crear una energía un poco más fuerte y excitante comparada con la que estaría presente si el momento que generó emoción se vive individualmente. Bueno, una manera, creo yo, de controlar emociones es dejar fluir la energía generada producto de la emoción. Y cuando me refiero al dejar fluir puede ser apresurar la salida rápida, desacelerarla o mantenerla fluyendo en el cuerpo, esto según el tipo de emoción que se tenga. Por ejemplo, si estoy en un auto y da rojo apretó el freno y el auto no para (la acción sale del rango de posibilidades “normales” por lo que genera emoción) se debería dejar fluir rápidamente la energía generada producto de emoción para luego expulsarla del cuerpo y luego poder pensar y actuar, rápidamente, sin tener el peso generado por la emoción.

Sobre estados de ánimo negativos: ¿Practicar y aprender a tolerarlo? ¿No realizar más la actividad asociada?
Sobre emociones positivas: ¿Ser apasionado con la emoción?

Christian Martin dijo...

La distinción entre emocionalidad y estados de ánimos se puede entender la emocionalidad como el cambio en nuestro espacio de posibilidades debido a que en la vida diaria ocurren variados acontecimientos distintos .

Los estados de ánimos ,son como una emocionalidad que no necesariamente esta relacionada con acontecimientos determinados ,sino que viven en el trasfondo desde el cual actuamos.
Otra enseñanza que me dejo el texto es que existen una estrecha relación entre emociones y estados de animo,si un acontecimiento deriva en una emoción este se puede convertir en un estado de ánimo si se traslada en el trasfondo desde el cual actua.

La dimensión que mas me llamo la atención para cultivar fue “los estados de ánimos en un contexto social”, creo que es necesario manejar bien estos ya que los estados de ánimos son contagiosos , esto en el caso de una sociedad puede ser beneficiosos o negativo.

Creo que en las empresas es necesario manejar bien esta parte ,ya que es bueno convivir en un entorno agradable donde cada uno pueda desempeñar bien su misión, en el caso que que hayan estados de animos negativos este puede influir negativamente inclusive en la produccion. Es tan relevante esta parte que inclusive afecta en la bolsa de comercio ,política,ect.


La relación entre juicios de facticidad y juicios de posibilidad. En el ámbito de la facticidad es que hablemos lo que hablemos o actuemos como actuemos las cosas van a seguir igual sin cambiar lo que se llama dominio de la facticidad y por otro lado todo aquello que pueda tener repercusiones a futuro y permita ser cambiado y ofrece posibilidad de acción se llama dominio de posibilidades. Sobre la facticidad existe la ontológica que se refiere a las cosas que alguna vez pudimos hacer pero que hoy en día es muy tarde, como por ejemplo nosotros como estudiantes de ingeniería es prácticamente imposible que alguien siga una carrera de deportista profesional, es algo que deja de ser posible, y la histórica que se refiere a lo que antes no se podía hacer pero ahora si, como por ejemplo comunicarse instantáneamente desde un país a otro era imposible pero hoy en día es posible.

Javier Jofré dijo...

Los estados de ánimo, pese que son cosas tan cotidianas y importantes en nuestras vidas, creo que no se les da la dedicación necesaria para comprenderlos de manera apropiada. La manera en que influyen en otras personas y en un grupo de trabajo es increible. Por ejemplo, un estado de animo negativo puede provocar que una persona cambie su perspectiva del mundo totalmente, lo que provoca que esta deje deja de hacer cosas que podrian cambiar su futuro.
Si afrontamos el día con un estado de animo positivo podemos ver las cosas de una forma distinta y, por ejemplo, pensando en que las cosas van a resultar. Gracias a esto estaremos más propensos a realizar cosas en las cuales estamos temerosos, logrando cosas que quizas veiamos lejanas, siendo que no era asi.


Esto también se ve reflejado en grupos de trabajo, ya que el estado de animo de un solo individuo puede afectar negativa o positivamente a todos los demás.
Basta con que una persona en un grupo de trabajo ande con un estado de animo negativo, para que se pueda notar un descenso en el estado de ánimo del grupo entero, lo que puede provocar bajas en productividad, por ejemplo. Es nuestro trabajo el lograr que esto no ocurra.
También, nos podemos poner en el caso contrario, y sacar provecho de esto. Como sabemos que un estado de ánimo afecta a un grupo en general, podemos manejar el nuestro de manera apropiada, logrando que este se "contagie" al grupo de trabajo.

Cristian dijo...

Estados de ánimo y emociones. Quizás algo tan similar y relacionado, pero a la vez tan inverso. Y es así como el autor lo define. Pues la definición de emociones es : el cambio en nuestro espacio de posibilidades a raíz de determinados acontecimientos, en cambio los estados de ánimo son de acuerdo al horizonte de posibilidades en que nos encontramos, estos determinen nuestro actuar. Y es que este tema es muy importante, pues si lo enfocamos en el mundo laboral, los estados de ánimo son muy importantes. El enfrentarse a una tarea específica con muchos deseos de realizarlo y mucha alegría es distinto a realizarlo por obligación. Y esto donde sea, desde el portero de la fábrica, hasta el gerente general. Las emociones las tendremos a cada rato, y es que somos seres humanos. ALgo tan cotidiano como para algunos como saber que el valor de mis acciones subieron un 100%, crea emociones que hacen cambiar muchas veces el estado de ánimo. Y es que al principio puse como antagonistas a los estados de ánimo y a las emociones, pero a la vez no pueden estar separadas.
A la vez debemos procurar manejar un poco los estados de ánimo, pues hay veces en que nos ponemos demasiado melancólicos, tristes y eso a la larga va provocando en el día a día, un mal desarrollo de nuestras actividades.
Otra cosa que me pareció muy interesante son las posturas corporales, que reglejan muchas veces nuestros estados de ánimo y quizás un poco nuestra personalidad. Es que lo veo de la forma en que hay que sonreirle a la vida. Expresar sentimientos de alegría, para que otros vean en tí el reflejo mismo de la esperanza. Y es que no puedo dejar de decir que una vez una joven por ver el rostro de alegría y profundo amor de otra joven, le volvieron las ganas de vivir, a minutos de poder suicidarse.

RomBix dijo...

Una posibilidad de aprendizaje se abre basado en la afirmación de Epicteto en que dice que frente a cualquier cosa debemos preguntarnos por su naturaleza, creo que esto nos permite focalizar nuestras acciones y esfuerzos en aquellas cosas posibles de lograr que se encuentran limitadas por nuestra condición humana. Me parece interesante la distinción de los 4 estados emocionales básicos de acuerdo a la aceptación u oposición de la facticidad y de la posibilidad.
Sobre el tema de resentimiento abre la posibilidad de darnos cuenta y por lo tanto aprender, que dicho estado emocional no contribuye en nada al desarrollo personal sino por el contrario restringe nuestras posibilidades de acción.

Un tema que me parece que es importante desarrollar por un gestor de personas es poder distinguir entre la facticidad y la posibilidad y poder ser capaz de declarar como posible aquellas cosas que el resto de la gente considera imposibles pero que se encuentren dentro de las posibilidades de acción.
También es de vital relevancia que pueda desarrollar mecanismos de eliminación del resentimiento, como los mencionados en el texto (recriminación, perdón o término de una relación). Creo que el manejo del resentimiento entre la personas dentro de una organización es de vital importancia para que esta pueda crecer y evolucionar. Junto con esto para evitar el resentimiento tendría que ser capaz de desarrollar mecanismos en los cuales se formule promesas claras entre los miembros de la organización, en contextos iguales, con los mismos estándares a fin de evitar cualquier tipo de problema.

Anónimo dijo...

Este texto, enfocado en las emociones y los estados de ánimo, parece ser de los más importantes vistos hasta ahora, ya que así como somos en el lenguaje, considero que de la misma manera somos según nuestras emociones, somos de alguna manera esclavos de nuestras emociones y de nuestros estados de ánimo. Lo anterior es bastante evidente, a mi parecer, ya que diariamente basamos nuestras decisiones de acción según nuestro ánimo en ese momento lo cual trae consecuencias en nuestro futuro. Por ejemplo la decisión de estudiar o no hacerlo para una prueba, simplemente por estar de uno u otro estado de ánimo lo cual definitivamente repercutirá en nuestro desempeño futuro en esa prueba. Entonces, tomar decisiones basados en nuestras emociones o en nuestros estados de ánimo me parece que es el gran problema al que nos enfrentamos. Pero, obviamente, la solución no es tan evidente como “dejar de tomar decisiones”, ya que si fuera así no podríamos decidir nunca y estaríamos estancados. Entonces me parece que lo que hay que hacer es en lo posible tomar control de nuestras emociones y estabilidad de nuestro estado de ánimo, que es la gran posibilidad de aprendizaje que extraigo de la lectura de este texto. Pero lo anterior no es muy trivial y no sé cómo se podría hacer, quizás la manera sea sólo intentándolo, y definitivamente ser racionales al momento de tomar nuestras decisiones y no tan emocionales.

GChavarria dijo...

Encuentro llamativo el que no se sepa de donde provienen las emociones, si es que son fenómenos mentales o corporales. Simplemente estaban allí, nunca me cuestione como es que han surgido o que son en sí. Personalmente creo que si bien tienen relación hormonal con el cuerpo en su conjunto, también juega una parte importante (mayor) el área mental, así es como uno por muy predispuesto que este por la parte corporal, siempre tiene la posibilidad de controlarse, sin embargo al revés no sería así.
Los estados de ánimo definen un espacio de acciones posibles y en cierto modo condicionan la manera en que actuamos. También podemos ver que el lenguaje se ve afectado por los estados de ánimo, podemos analizar cómo se siente una persona de acuerdo a su forma de hablar y de expresarse, ya que se generan diferentes tipos de conversaciones y en éstas el lenguaje y las emociones deben encontrarse en equilibrio. Por otro lado también comparto el que los estados de ánimo sean contagiosos, ya que si estamos en un ambiente negativo, nos volveremos negativos, al igual que si compartimos en un ambiente positivos, nuestro estado de ánimo mejorara y enfrentaremos mejor las situaciones.
A partir de lo anterior, creo que es fundamental para nuestra formación como ingenieros civiles industriales el aprender a manejar grupos humanos, poder generar ambientes laborales positivos, de confianza, grupos cohesionados de esa manera podremos mejorar nuestra calidad de vida y nuestra capacidad productiva.

El Comensal dijo...

Refiriendomome en mayor medida a la segunda parte del texto, que a mi parecer genera un mayor aprendizaje, lo encontré nuevamente que no provoca una gran revelación en mí, sin embargo abre un poco los ojos y permite un aprendizaje a partir de ello. El saber manejar y reconocer estos cuatro estados emocionales, es de mucha importancia, sobretodo si realmente hay que resignarse sobre algun hecho, pues si existe otra posibilidad de acción, y decidimos simplemente resignarnos, esto nos llevará posiblemente al resentimiento, cosa que se alimenta y crece como un virus por dentro. Asi los estados de ánimo juegan un papel muy importante en nuestras vidas, son capaces de determinar el mundo, nosotros percibimos el mundo de distintas maneras dependiendo de nuestros estados de ánimo, lo cual se puede llevar a ambientes mas reducidos como una oficina o el hogar, por consiguiente, los estados emocionales son una herramienta para cambiar o intervenir el ambiente en el que estemos, haciendo mas o menos agradable, por ejemplo, el ambiente laboral. Algo importante que me queda, es que los estados de ánimo son muy importantes, pero no hay que ser esclavos de ellos, hay q saber manejarlos y aprovechar su potencial de realizar accion.
A partir de todo esto, surgen las

Mauricio Vega dijo...

Después de leer el texto me doy cuenta que las emociones, el lenguaje y los fenómenos del cuerpo están estrechamente relacionados ya que lo que le pasa a uno de estos repercutirá en el otro. Esto se ve a diario una persona que esta emocionalmente triste, traspasara este sentimiento a su lenguaje y su cuerpo (su postura, características faciales, etc…) claramente se afirma que el ambiente social influye sobre nuestros estados de animo.
Una parte del texto me intereso mucho… que es la que habla de la resignación, esta tiene que ver con un acto de sumisión, de mansedumbre, de ceder para no causar trastornos, para evitar discusiones o peleas. Cuando uno se resigna no acepta que el deseo propio haya sido frustrado. La resignación siempre incluye enojo, bronca que puede transformarse en deseos de venganza. La persona resignada queda adherida al objeto perdido o jamás encontrado; no puede ni siquiera entrar en la etapa de duelo por ese objeto perdido. Siempre se lo añora de una manera nostalgiosa. "Nostalgia" es un profundo dolor por lo que no está , por lo que no pudo ser, por lo que ya fue y no sigue siendo. En esta condición, la energía de la persona queda estancada en ese objeto imposible.,, lo cual me deja una gran duda inconclusa de cómo seguir adelante contra esto y creo que simplemente aceptando los eventos es la solución por lo cual me doy cuenta que es distinto resignarse a aceptar las cosas.

Anónimo dijo...

El resentimiento de ánimo donde la persona interpreta que ha sido víctima de injusticias, incide tanto en ella que hace que se sumerja en una historia silenciosa de injusticias que pueden ser removidas cuando se mira desde otra perspectiva, el texto me permite ver como este estado puede estar evidenciándose en una persona sin que el "culpable" se dé cuenta ya que éste habita en el silencio.
El resentimiento sería la irá interior que una persona pueda poseer, obviamente sin evidenciarla. También me doy cuenta que los resentimientos no se crean solos, ni son meras imaginaciones o supuestos de una persona, sino que vienen en el fondo de una mala comunicación que hay entre la "víctima" y el "culpable", ya que como plantea el autor, este estado se nutre de dos fuentes: de las promesas y de las expectativas consideradas legítimas que en ambos casos no son cumplidas y también de manera separada se nutre del temor. Entonces podemos ver que al no quedar clara una promesa, esta se puede distorsionar produciendo que la persona no quede satisfecha o simplemente vea que la promesa no se cumplió para ella como lo esperaba. Un punto muy importante para mí, fue conocer que el resentimiento cierra severamente las puertas a las posibilidades de acción, ya que una persona resentida niega a aceptar lo que ha perdido fundándolo en injusticia y culpabilidad, cerrando todas las posibilidades, donde el pasado es quien recobra vida enterrando al presente, sin que no exista un futuro donde esa injusticia pague sus consecuencias. Y como dice Nietzsche, el resentimiento nos constituye en esclavos, es decir, somos esclavos de pensar que algún día tendremos la justicia anhelada.
Opuesto al resentimiento está la paz, este estado es fundamental para cualquier persona ya que, por ejemplo, permite aceptar el pasado, los errores que constituyó y las consecuencias que este pueda traer, aceptando esto, nos permite seguir con tranquilidad nuestro camino y tener un futuro lleno de posibilidades. La resignación también es un ´punto importante para considerar, ya que el individuo siente que las cosas no pueden cambiar, cerrando también las posibilidades de acción, completamente opuesto a la ambición que por ser de un carácter un tanto competitivo siempre se intenta conseguir las cosas que se proponen abriendo completamente el abanico de posibilidades.

Jona dijo...

Lo primero que pude aprender del texto es aquella separación tan clara que existe entre emocionalidad y estados de ánimos, además de la importancia de los estados de ánimo en nuestras vidas y como lo que entregamos se ve influencia ya sea por nuestro estado de ánimo como el de los demás.
Mi oportunidad de aprendizaje con este texto va por el lado de saber manejar mis estados de ánimo y afrontar la resignación y el resentimiento de manera adecuada para que estos no afecten mis acciones o posibilidades que tengo, debo saber utilizar las conversaciones para poder diseñarme un futuro mejor que no dependa de mi estado de ánimo. Me pongo a pensar en muchas de las cosas que he dicho u hecho han estado influenciadas por estados de ánimo y emocionalidades y eh hay la razón de porque después me arrepiento de ellas.
Cuanto puede cambiar la forma en cómo vemos el mundo según los estados de ánimo es sorprendente y podemos perder mucho si estamos sujetos a estos debemos esforzar entonces en manejarlo y en comprender que pasa en los demás, el darse cuenta como está el otro sujeto a estos factores implica conocer a nuestro compañero, empleado, jefe a entender los factores corporales que se mencionan pero además creo yo los propios de cada quien. ¿Qué tan dispuestos estamos para involucrarnos de aquella manera con quienes nos rodean?